sábado, 12 de mayo de 2012

Vueltaenu presenta: Las 100 mejores del rock tico - Final (10-1)

Bernal Villegas y Pato Barraza: en la cresta de la ola (Foto: Lucía Marín)

El 9 de junio del año pasado anuncié en este espacio que revelaría los resultados de aquella ya lejana encuesta del 2009 que hicimos en Vuelta en U para determinar cuáles han sido las 100 canciones más importantes del rock tico. Casi un año después, hoy finalmente se termina el conteo.

Creo que en aquel momento no tenía muy claro en lo que me estaba metiendo. Estaba el camino fácil de chorrear la centena pero se me hacía muy sin gracia, dado que con la gran mayoría de las canciones listadas guardo una historia personal. Así que me compliqué la vida y desgrané, de 10 en 10, a las 100 piezas, con una referencia a cada una de ellas.

Me encantaría creer que todos los fiebres del rock costarricense han seguido estas publicaciones con hambre pero sería engañarme. Por eso, si usted es de los que hasta ahora se entera de qué es esto –precisamente porque se acabó– entonces le doy un poco de contexto, antes de entrar en materia con los 10 primeros puestos.

En el 2009, en el que vendría a ser el último proyecto editorial de Vuelta en U, nos dimos a la tarea de hacer esta lista, tabulando tanto el voto abierto de los usuarios del sitio como el de un panel de expertos, relacionados de alguna manera con el medio musical criollo. El resultado se quedó sin publicarse ante el cierre del medio, hasta que lo retomé el año pasado por medio de este blog. Estas son las entregas previas, en caso que quiera repasarlas:

Parte 1: De la 100 a la 91
Parte 2: De la 90 a la 81
Parte 3: De la 80 a la 71
Parte 4: De la 70 a la 61
Parte 5: De la 60 a la 51
Parte 6: De la 50 a la 41
Parte 7: De la 40 a la 31
Parte 8: De la 30 a la 21
Parte 9: De la 20 a la 11
Bonus tracks: 10 canciones lanzadas del 2009 a hoy que deberían estar (y 10 que salen)

Con la satisfacción del deber cumplido, entrémosle al Top 10 (y suena de fondo la pieza de intro de Hola Juventud). Está de más decir que las siguientes 10 canciones son indispensables del cancionero popular costarricense, nos definen como país en el plano musical y –más allá de si nos gustan o no– las sabemos de memoria y es probable que se relacionen con recuerdos emotivos, de aquella época en que éramos desempleados, despreocupados y felices.

10. Juana Escobar (Juanita), El Parque

"Parece que todos escuchamos algo que dice así..."

Las palabras introductorias de Luis Arenas nunca se me borrarán de la memoria, pues venían pegadas a una canción que me revolcó cuando tomó por asalto las radios nacionales. En poco más de dos minutos y con una harmónica endiablada como su rasgo más característico, Juanita fue la primera gran novia del rock tico: todos teníamos que ver con ella, todos nos sabíamos su nombre, todos... todos.

¿De qué habla la pieza? A estas alturas aún no lo tengo claro pero vale gorra. En aquellos años lo que hiciera El Parque se veía como santa palabra y bien se puede decir que fue la primera banda en pegarla en serio con el rock original. No se me olvida como con el grupo de compas de Curri fuimos hasta Jaulares para un concierto de El Parque con Las Tortugas (obvio que el interés era por los primeros). Con Juanita me di de patadas en el parqueo de Educación, en una Semana U en la que Los Rabanes eran teloneros de El Parque.

A Juanita le tengo cariño.




9. La modelo, Café con Leche

El punto culminante en los conciertos de Café con Leche, y luego en la etapa solista de Capmany, llegaba con La modelo. Tiendo a creer que no se trataba de la canción predilecta de Jose pero no por eso dejó de hacerla divertida, con interludios únicos que mutaban de versión en versión.

Recuerdo una vez haberlo escuchado en un chivo que estaba dando en la extinta sucursal de la pizzería Caccio's, en Heredia. Esa noche el cuento del ride a la playa, de la mae horrible y del artesano duró como 20 minutos, con toda la audiencia muerta de la risa ante aquel cuento que no se sabía para dónde iba.

Hoy una tipa que se las dé de sexy difícilmente se vestiría con anteojos punk, enaguas de cordurroi o aretes de bambú: la modelo es un reflejo de la moda y el humor de los ochentas, de una época en la que no era descabellado comprarle a la novia un regalo con ¢49.65.





8. Asesina, Calle Dolores

Rock Fest 2001, anfiteatro del Hotel Herradura: Jose Coto cantando con las venas del cuello a punto de reventarse, un emsombreado Bernardo Mata bailando por todo el escenario, Sapo dejando el alma en los tarros...

Al día de hoy no recuerdo otro slam de las dimensiones e intensidad del que se armó en esa ocasión, con miles de pies correteando en aquel polvazal, con miles de gargantas gritando al cielo la pregunta de "¿por qué la asesinaste?"

Asesina fue la que tuvo la culpa. La dichosa Asesina.




7. Al final, Suite Doble

Otro recuerdo del Rock Fest, este del 2002:  el recinto de Futbol 5 era un hornazo, empaquetado con un montón de gente deseosa de música extrema (ska y numetal). Ernesto Aducci armó un cartel que me pareció una bronca: Deznuke, Broca, Suite Doble, Tropa 56...

Sí, en medio de agrupaciones de patadas y slam, Aducci metió a Marta y Bernal. "Los van a matar", pensé, viendo lo caliente que estaba la audiencia... y me comí mis malos augurios. Aún me da risa recordar a aquella masa de malamansados sacando los encendedores y coreando "la pieza del anuncio de Belmont".

El segundo álbum de Suite Doble no pegó lo que se esperaba. Las expectativas eran muy altas dado el éxito de su disco debut pero el primer sencillo Tú y yo se quedó corto. La banda luego hizo un video para Al final y lo promocionó, sin que les dieran mucha pelota. Luego, BAT le echó mano a la pieza para musicalizar uno de sus comerciales (sí, niños, los cigarros antes podían anunciarse en medios de comunicación) y cobró un segundo y definitivo aire.

Al final es hoy una de las máximas baladas de la música costarricense. Una pieza que –igual que el comercial que acompañó– evoca a fogatas, a parejas hechas un colocho, a noches saturadas de estrellas y a calorcito humano. A Marta no se le perdona el que se baje de cualquier escenario sin antes echársela. Así de sencillo.




6. Voy por ella, Evolución

Hace ya muchas lunas, en los inicios de la comunidad que se formó a partir del foro de 89 Decibeles, tuve el placer de ser el DJ (digamos), en varias de sus fechas, en el bar La Salamandra.

Cargado de compactos (arcaico), puse la música que me dio la gana. En el bloque de canciones nacionales, una estimable forista se me acerca y me pregunta si ando Voy por ella. Desde luego que la canción del momento estaba a mano y al sonar el primer acorde el salón se volvió loco. Acto seguido, aquel respetable grupo de seguidores y protagonistas del rock nacional empezó a corear aquello de "Hay una mujer perfecta...".

Evolución no ha sido una banda de estricto perfil comercial, sin que por eso su música no sea accesible y fácil de oír. Su mayor licencia pop se dio precisamente con Voy por ella, lo que sin duda influyó en el mostruoso desempeño que la canción logró en medios de comunicación. Fue por este tema que ese gran público entró en contacto con el trío, como si se tratara de algo nuevo.




5. El invisible, Gandhi

No es la mejor canción de Gandhi pero sí la más difundida (o quemada).

El Invisible pegó solita, sin impulso en los medios y ya para cuando la banda empezó a grabarle videos, la pieza era de dominio popular. Su primer clip es hoy una leyenda urbana, pues desapareció del ojo público. Producido por el equipo más meritorio que ha pasado por 7 Estrellas, el clip mostraba a un montón de mujeres de distintas edades –incluidas niñas y ancianas– hablando de ese amigo invisible que visita el lecho femenino (si todavía no entienden de qué trata la pieza, tomen el premio Winnie Poh a la Inocencia 2012).

Aquel video fue retirado del aire (al chile, pago por una copia) y la banda hizo otro más ambicioso con Douglas Martin, el director que estuvo de moda en los videoclips ticos de una década atrás. Si me preguntan, me quedo con el original.

Plagiada por Rosana (aunque ella jure que el idéntico riff de guitarra de Pa ti no estoy es una inocente coincidencia); track oculto del disco en vivo Bios; manoseada por BMG; covereada por decenas de grupos adolescentes que ven a los de arriba como referente, El invisible y Gandhi son hermanos que a veces se pelean pero que, al final, comparten la misma sangre.




4. Cuantas noches, El Parque

Hoy, escuchándola a la distancia, Cuantas noches me parece una pieza suave, cero violenta, pero en aquel entonces sonaba a pura gasolina y la voladera de patadas era su coreografía.

Estamos claros en que la historia de El Parque se empezó a escribir y hoy continúa con Paul Jiménez pero nadie puede negar que su momento de gloria fue con Luis Arenas en los vocales. Showman por excelencia, el flaco venía de un grupo muy bueno llamado Signos (lo recuerdo en Telemúsica, con Rooper Alvarado) y con su calidad vocal y técnicas escénicas se transformó en el primer rockstar criollo de los 90.

Todo eso quedó en evidencia en Cuantas noches, canción muy pegajosa, de coro fácil de aprender y provista de un video revolucionario, el primero de muchos que se rodarían en el Sanatorio Durán. Musicalmente es una pieza impecable, sencilla pero a la vez sabrosa, con una base de bajo a cargo de Churro Trejos como su rasgo que más me gustó.

En los buenos años de Radio Sistema Universal, Cuantas noches hizo lo que le dio la gana: sin redes sociales, incluso mucho antes de contar con un video, nuestras llamadas la llevaron a los primeros lugares. De las pocas canciones en esta lista que se pedían "para grabar".




3. Dime qué puedo hacer sin ti, 50 al Norte

Para febrero del 2000 yo era un reportero pollito en la sección de espectáculos de Al Día. Mis jefes me piden un artículo a propósito del Dia de San Valentín y para evitar lo obvio (decía yo), busqué a artistas nacionales que tuviesen grandes canciones de amor, para preguntarles por la inspiración detrás de aquella letra.

Cuando hablé con Bernal Villegas me quedé en una pieza: la balada que uno le dedicaba a la güila que le gustaba no estaba inspirada en un romance de pareja, sino en un amor más puro, más básico, menos complicado: el de un padre hacia su hija.

Bernal no lo sabe, pero fui fan de 50 al Norte y tuve la dicha de ver a la banda en vivo un par de veces, siendo la más memorable aquella en el Melico, cuando se presentaron al lado de la Sinfónica Juvenil. Éramos poquitos en el teatro pero cómo nos hicimos oír, especialmente unos compas que pasaron pidiendo, sin éxito, el desterrado éxito Llamada clandestina (pago también por conseguir ese tema).

Yo era un carajillo de cole y Bernal ya un artista hecho y derecho. El tiempo pasó y coincidimos, yo feliz cubriendo sus chivos y abriéndole las páginas del periódico. Y al igual que él llegué a entender ese amor tan puro y básico y, en las noches, al ver a Emma y Luci dormidas no encuentro respuesta a la pregunta de qué podría hacer sin ellas.




2. El barco, Café con Leche

El cancionero de Café con Leche tiene dos definidas corrientes: la de humor folclórico costarricense (en la que es justo reconocer el gran aporte inicial de Enrique Ramírez) y la metafórica, que siempre sentí era la que más realizaba a Capmany.

El barco es justo eso: la metáfora hecha rock and roll. ¿Qué significa? Usted dígalo: una canción universal, que cada quién interpreta a partir de sus experiencias, que no peca de explícita pero tampoco de fumada.

Ese barco que Jose no abordó puede equivaler a mil cosas y todos en algún momento nos hemos enfrentado a él.

Si bien estamos ante un tema que se puede decir sin pena que pegó en la radio, lo cierto es que su leyenda se tejió en vivo, sobre las tarimas, en la interminable gira por Costa Rica que fue la vida de Jose. Si digo que escuché 50 veces en vivo a Capmany cantar El barco, la cifra es conservadora... y todas las veces él la interpretó como si fuera la última.




1. Frágil, Inconsciente Colectivo

En 1992 yo era un fan a muerte de radio 103. En aquel entonces la emisora empezó a editar un boletín (en papel, obvio) con su lista Feeling the Hits. Sé que en alguna caja tengo, amarrada con ligas, mi colección de dichos boletines, y en una de ellos dice, muy claro, que Frágil fue número uno en algún momento de aquel año.

Más larga que la mayoría de sencillos exitosos (pasa los 5 minutos), Frágil es la canción tica que más lejos ha llegado, literalmente: con ella Inconsciente triunfó en la versión local del concurso Yamaha Music Quest. Luego vino la victoria en la eliminatoria latinoamericana y un dignísimo tercer lugar en la final mundial, celebrada en Japón.

20 años han pasado desde la primera vez que la intro del piano llegó a nuestro oídos y aún puedo decir que Frágil me para los pelos. Frágil es la canción que necesitábamos, que pedíamos a gritos, que nos hacía falta y no sabíamos. Está llena de frases bellísimas... "Y si me quieres ver llegar, rompe tu cristal"... "Una palabra se olvidó de entrar en la canción"... "Una promesa de cristal, que nunca podré romper"... (Y la mejor) "Tengo una enfermedad mortal que he de llamarla libertad"...

Anécdota pola: en algún momento de 1995 le pedí prestados cinco rojos a mi hermano menor, los cuales nunca le pagué (sorry, Fabián) y con ellos fui y compré el CD original de Inconsciente en la Fuji de la Calle de la Amargura. Me encantaría decir que aún lo conservo pero se lo regalé a una compañera de la U con la que medio andaba y que era loca por Pato y los suyos. Con ella terminé al ratito, pues prefirió irse con un mechudo que juraba ser la versión tica de Jerry Cantrell. Espero que aún conserve el disco de edición original, mientras yo me conformo con la reedición que una década después puso en la calle BMG.

No sé si alguna vez te lo dije pero, por aquello: Pato, gracias por Frágil. En serio.

viernes, 13 de abril de 2012

Vueltaenu presenta: Las 100 mejores del rock tico - 10 Bonus tracks

Sonámbulo: los papás de los tomates. Foto de Pablo Cambronero.

Por la mera gana de dilatar un poco el último post de esta serie (si la han seguido con atención, mandaría que aún no sepan cuáles piezas ocupan los 10 primeros puestos), este post sirve como una licencia, muy personal.

Debido a que la encuesta de la que se desprende este listado se efectuó a finales del 2009, mucha ha sido la buena música local que ha visto la luz desde entonces. Y venir a decir a estas alturas cuáles son las mejores canciones de la historia del rock tico sin tomar en cuenta el material de factura más reciente sería, a todas luces, un error.

Con esto no quiero decir que los resultados se modificarán, pues reflejan el parecer de los votantes en ese momento. Sin embargo, sí me tomé la libertad, desde mi subjetividad, de escoger 10 canciones que se lanzaron posteriormente a la encuesta y que considero tienen los méritos artísticos y de difusión como para ser parte de las 100.

Desde luego que para hacerles espacio en la centena, 10 canciones de la lista original deben quedar por fuera. Las que excluí son piezas que considero difícilmente soportarían la prueba del tiempo si la votación se efectuara hoy. Motivos hay varios, como desaparición de su banda intérprete, largos períodos de inactividad o bien que reflejara una popularidad momentánea, propia de los meses en que se efectuó el ejercicio del que sale esta lista.

A fin de no complicar más las cosas, las 10 piezas bonus entran en las posiciones que dejaron las que excluí, aunque bien, por su popularidad pudieron ocupar puestos más altos. La jerarquización sí es tan arbitraria como mi criterio, el cual espero no moleste a ninguno de los aludidos.

Vamos al futbol...


96.  Bola de cristal, Ale Fdz (por Binario, de Deznuke)

La mejor canción pop que se ha hecho aquí en el último lustro. Ale es un artista completo por los cuatro costados y si este tema no tuvo mayor repercusión en las radios es solo porque sus programadores son unos pargazos que de que música saben tanto como yo de física cuántica. Pónganle atención a su nuevo disco, cuyo primer sencillo ya está disponible para descarga.




95. Dark Horse, The Great Wilderness (por Tangaloneta, de Esimple)

Bandas indie de muchachas que cantan en inglés: sin duda el segmento que más ha crecido en el rock costarricense de unos dos o tres años para acá. Su perfil tiende a ser bajo o al menos calculadamente "espontáneo", a sabiendas de que su música no está hecha para el consumo masivo. Aún así, TGW es una banda que bien se puede decir ha pegado, con sus cada vez más frecuentes invitaciones a festivales como evidente confirmación.

Dark Horse es lo más parecido a un sencillo que ha lanzado la banda y uno de sus temas más reconocibles, aunque desde luego otros fans seguro dirán que su canción insignia es cualquier otra. Una gran pieza, que de una vez recomiendo para mi grupo etario.




93. La dulce muerte, Patiño Quintana (por Orgullo, de Diente Guapo)

Sabía que algo de PQ tenía que entrar en este paquete. Sin embargo, escoger cuál tema de ellos debía ir en esta posición fue difícil, dado que si bien no han tenido una única canción que clasifique como EL éxito, si muchos temas suyos son, al menos para mí, de dominio, como los sabrosos Algún día o No es tan fácil (ambos dueños de sendos videazos), o bien el ya conocido y encarador Blanca y pura.

Sin embargo, estimo que La dulce muerte –su versión musicalizada de Uvieta– es la que más se ha dejado oír, especialmente sobre el escenario. Y es que en vez de concentrarse en "pegar" en la radio, los Patiños se han esforzado desde la tarima, convirtiéndose en uno de los actos obligatorios para los amantes de la buena música local.

Nota: De las 10 canciones que excluí, Orgullo fue la que más me dolió sacar.



    
88. Crazed Apocalyptic Wave, Pneuma (por Ser normal, de Mal de Patria) 

Pneuma no solo ha sido la banda más pro y de mayor trascendencia del metal tico en los últimos cinco años, sino que además es dueña de este, el mejor video que se ha hecho en el país en tiempos recientes. Cuidado pierden...




85. Estréllame, Gandhi (por 7, de Sintagma)

Que a estas alturas del partido, Gandhi siga teniendo temas exitosos habla muy bien del cuarteto. No quiero que se me malentienda pero la escena musical criolla ha sido dominada en los últimos cuatro años por agrupaciones jóvenes y en alzada. Sin embargo, Gandhi es la excepción: veteranos (más no rocos) que pegan canciones nuevas, sin encasillarse solo en sus viejos éxitos. No recuerdo alguna otra banda nacida de la época del rock alternativo de los 90 que siga tan vigente como ellos.

Y bueno, Estréllame era una canción destinada a grandes cosas, aún antes de contar con el maravilloso video aquí adjunto. Sin haberse promocionado aún, la legión de seguidores de la banda ya se la sabía de memoria en los conciertos. A mí, en lo particular, me encanta.




79. No quiero hablar, 424 (por No tengo calma, de Le*Pop) 

Las primeras impresiones son las que más cuentan y, a la fecha, el tema debut de 424 sigue siendo mi canción predilecta de su cada vez más robusto repertorio. Sin ser yo parte del target juvenil de la banda –que opera con criterios propios del mercadeo–, su trabajo desde un inicio me ha parecido sobresaliente, pulido y original.

Mapas y caminos hizo también méritos para ser parte de estos bonus track pero, si de escoger se trata, siento que No quiero hablar es la canción que mejor representa el aporte hecho por 424 en su corta vida.



                      
70. Cerca del sol, Akasha (por A Dios le pido, de Villegas)

Negar el pegue de Akasha a estas alturas del partido sería mezquino, aunque se trata de una banda de la que parece correcto que la gente hable mal (en ciertos círculos... como los que yo frecuento).

El segundo álbum de esta agrupación pareciera parido en el INCAE, con todos los detalles demasiado calculados en función de un producto que debe venderse, y venderse bien. Y se logró, en virtud del arrastre enorme que tiene la banda entre la muchachada local.

Su sonido, a mi criterio, es ahora menos crudo y emotivo como en sus inicios, siendo pesado pero no tanto para molestar. De los sencillos lanzados en tiempos recientes me da la impresión que Cerca del sol es el que más duro ha pegado, aunque sigo sin entender el intermedio en medio del video.




67. Elevarse, Cocofunka (por Low, de Agressor)

Escoger un único tema de Cocofunka para este ejercicio no fue algo fácil, dado que siento que en los últimos dos años han sido varias sus canciones en lograr destacar.

Interesante fenónemo el de Cocofunka. Estamos ante un grupo que trabaja fino y pulido, que tiene en Javier Arce uno de los mejores frontman hoy por hoy del país (y además dueño de una excelente y distintiva voz), que se luce en lo audiovisual y que –a base de fusión de reggae, funk y otros ingredientes– puede ser divertido y festivo sin por eso caer en lo superficial.

Todo el disco Elevarse es una joya y su canción titular es irresistible. Y por lo visto en la última semana, su nueva producción promete elevarlos hasta donde dé el mecate.




64.  Jabalí montuno, Sonámbulo Psicotropical (por This Trouble Heart of Mine, de Time's Forgotten)

Si esta encuesta se hiciera efectivamente hoy, Sonámbulo metería no una sino varias canciones en la lista (Chusma Funk es una GIGANTE), y sin duda con Jabalí ubicada del puesto 25 en adelante.

Sonámbulo es hoy el sonido de exportación de Costa Rica, como bien se comprobó en el pasado Festival Imperial, donde la tropa psicotropical compitió en pegue con los grandes venidos de afuera.

Siempre nos hemos preguntado cuál será el grupo tico que finalmente logre dar ese salto definitivo más allá de nuestro patio. Bueno, a como pintan las cosas con Sonámbulo, la interrogante ya tiene respuesta.




48. Gira el mundo, Percance (por A Waste of Time, de Anemonah).

Percance es el grupo más popular, hoy, de nuestro país. Y a mucha honra.

Logrando lo que las legendarias bandas de ska de los 90 no pudieron –pegar duro y en serio–, este colectivo de buena vibra provoca reacciones que admito tenía mucho de no ver por acá. Llenazos absolutos, una jauría de seguidores que le sigue por todas partes, medios derretidos a sus pies, canciones demasiado pegajosas como para evitar aprendérselas, apoyo inédito de parte de patrocinadores privados... ¿Hace falta que siga?

Si bien ¿Dónde iré a parar? fue la pieza con la que llegaron al primer lugar de MTV Latino, Gira el mundo es su bola de demolición. El cuentazo, impulsado acá por las voces del odio, de que se trataba de un plagio sirvió, irónicamente, para impulsar aún más a la canción, la cual he escuchado en la radio, en la tele, en la calle, en cumpleaños de adolescentes...  y en mi carro, tras convertirse en la primera canción no infantil que mi hija Emma, de cuatro años, se aprende de memoria.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Vueltaenu presenta: Las 100 mejores del rock tico - Parte 9 (20-11)

Tango India: los reyes de la radio

Paciencia, que cada vez estamos más cerca.


Llegamos a los 20 primeros lugares, temas de conocimiento obligatorio para cualquiera que se medio precie de ser adepto de la música nacional. Se trata de canciones tan buenas que lograron vencer la resistencia de los programadores de radio, que circularon de mano en mano, grabadas, quemadas, descargadas...

No vamos a meternos en debates de si se trata de los mejores canciones del rock costarricense, pues cada quien tendrá su lista. Sin embargo, pareciera que sí estamos de acuerdo de que la popularidad para nuestro rock, en un medio tan mezquino como el tico, usualmente implica su buena dosis de calidad.

Ustedes dirán. Vamos de la 20 a la 11...


20. Sola, Kadeho

Los del Puerto se hicieron enormes gracias a esta canción, conocida a lo largo y ancho del país.

Segundo sencillo de su álbum debut (y primero en contar con un videoclip), Sola es la justa mezcla entre balada, éxito pop y credibilidad alternativa. La letra es fácil de aprender y la musicalización es tan rica como agradable, con un piano en primer plano que le confiere una dulzura difícil de explicar.




19. Cautiva del mar, Inconsciente Colectivo

Inconsciente Colectivo tiene una historia algo rara: conoció el éxito muy pronto, a inicios de los 90, y luego entró en un letargo del que solo salió por el empeño de Pato Barraza. Años después de su debut, Pato volvió a las andadas con IC en formato de trío, acuerpado por Eduardo Carmona y Rafa Ugarte.

Aquel regreso fue épico, monstruoso, aplastante, colocando de nuevo a la banda en la cresta de la ola por un buen rato. Cautiva del mar fue el tema que abrió fuego y qué manera de hacerlo. Se trata de una canción algo oscura, de una letra bastante metafórica pero irresistible. Recuerdo que Pato la cantaba como puteado, con una sonrisa algo perversa que decía más de lo que aparentaba.

El solo de guitarra... la flauta... el coro en tono de reclamo... Pato luciéndose como la mejor voz que ha conocido el rock tico...




18. El mañanero,  Evolución

Me voy, me voy, me voy, me fui...

Balerom escribió El Mañanero mucho antes de que exisitiera Evolución, siendo más bien un tema original de su primera banda, Amplexus (adjunto el video respectivo, al final). Sin embargo, la versión que todos conocemos es la del actual trío, catapultada al cancionero tradicional costarricense luego de que BMG le echara mano y la hiciera parte de los Tikici@s.




17. Esperaré, Tango India

Tanto pero tanto pegó esta pieza que hasta las Chicas Buba le grabaron un cover (si eso es bueno o malo, ustedes dirán).

Segundo sencillo del álbum debut de TI, Esperaré se tornó en un éxito inmediato, en carne de serenata, en componente de La hora de los novios, en repertorio de karaoke. Al día de hoy debe ser una de las canciones costarricenses más manoseadas, sin tener yo certeza de si Juan Diego y Felipe están viendo un cinco por todo el trajín de su creación.




16.  Kanu,  Bruno Porter

Curioso que el tema de BP preferido de los músicos que participaron de esta votación no estuviera disponible en Youtube (ante esto subí un video, armado por mi persona, del que espero sepan disculpar su sencillez).

De las 20 piezas que se ubicaron en los primeros lugares del listado, Kanu es la única que no contó con amplia difusión en radio y televisión (apuesto que en su momento solo sonó en Radio U y MxI), lo que hace aún más meritorio el que entrara en la parte más alta.




15.  Al son del dolor,  Gandhi

En el 2003, para mi proyecto de graduación de maestría, exploré la comunicación que se da en el rock nacional por medio de ocho canciones, de las cuales enfrenté los motivos de sus autores con el significado que de ellas extraían los escuchas. La primera parte constó de entrevistas, mientras que la segunda la completé mediante unos 100 cuestionarios que, con la complicidad de unos amigos y ayuda de Ernesto Aducci, llenamos con asistentes del último Rock Fest.

Al son del dolor formó parte del estudio (que se titula El rock habló y que, si les interesa, pueden encontrar en la biblioteca de la U Latina). Mássimo me comentó que fue una canción nacida de la ira ("puteado" fue el estado en el que la escribió) y está de más decir que el resultado fue furioso. Se trata de una de las canciones más "pesadas" de Gandhi y que mostró la potencia que el cuarteto derrochó en el álbum Páginas perdidas: la primera vez que la escuché en vivo fue pura intensidad, con cada uno de ellos dándole con el alma.




14. Profanar, Suite Doble

En un inicio se llamó 69 y en su nacimiento todo estuvo friamente calculado. La yunta que formaron Marta Fonseca y Bernal Villegas fue química perfecta, como dirían Yuri y Luis Enrique: la perfecta voz y belleza de Marta calzaron de maravilla con las letras y música del maestro Bernal Villegas.

A los pocos meses de vida llegó el contrato con Sony Music y el inevitable cambio a un nombre más correcto y menos provocador: Suite Doble (recuerdo que en Radio U teníamos el disco que decía "69" en la portada). De aquel esfuerzo –cuidado en todos los detalles– Profanar fue la mejor carta de presentación. El tema llegó a los primeros lugares en las radios, tenía un videazo para la época y se tornó en un himno, que aún hoy infunde respeto.

Si bien Suite Doble cerró su capítulo hace rato, Profanar no afloja, pues tanto Marta como Bernal la tienen incorporada en sus respectivos repertorios. Y eso se agradece.




13.  Torera,  Garbanzos

LA pieza de Garbanzos.

Torera ya era objeto de culto en la escena under cuando se benefició de la amplia exposición ganada por todos los temas que formaron parte de los compilados Tikici@ Rock, de BMG.

Desde Torera, el pasodoble cobró otro significado para una generación que solía asociarlo con la "música de los tatas".




12. Quítate la paja del ojo,  Hormigas en la Pared

Si bien he sido un abierto detractor de los concursos/batallas de bandas, sí quiero resaltar el meritorio recuerdo del Yamaha Music Quest, que a inicios de los 90 sirvió de escaparate para una generación de agrupaciones que venía empujando el movimiento de la música original.

Fue por ese certamen que descubrimos a La Clase, Inconsciente Colectivo y HELP, que llegó a la final precisamente con esta canción. Hormigas en la Pared era entonces de las bandas más mandadas, más distorsionadas, más enjachadoras, más irreverentes...

Quítate la paja me sigue pareciendo hoy tan importante como en aquellos años. Era la versión musicalizada del  "váyase para la mierda y no se meta en mi vida" que todos llevábamos por dentro y que Frank y sus secuaces tan bien describieron.

No fui un "militante" de hueso colorado de la escena roquera y de hecho asistí a pocos chivos. Eso sí, siempre procuré estar en primera fila –y me declaro groupie– cuando los que tocaban eran HELP y la banda de la canción en el puesto 11.




11.  Almas solas,  Índigo

Una, dos, tres... seis... ocho... quince: llegó el momento en que perdí la cuenta de la cantidad de veces que esta canción sonaba a diario en la finada y extrañada Universal.

Al inicio la pedí "para grabar" pero como siempre la cagaban con un sello de la emisora, decidí juntar los cerca de dos rojos que costaba el casete original. Así, en la Fuji de la entrada a la Calle de la Amargura compré mi primer álbum de música costarricense... el homónimo debut de Índigo.

Almas solas fue la primera canción tica que me aprendí de memoria y acosé a mis amigos para que la escucharan, esperando se contagiaran de mi fiebre (lo cual era fácil pues en todas las casas había una grabadora de doble casetera –Aiwa, por lo general– y yo siempre andaba el casete en cuestión en la bolsa).

Almas solas fue número uno porque así lo quisimos, porque nos encantó, porque no estábamos acostumbrados a que aquí se hiciera música de ese nivel. Chalo, Henry y Ricardo siempre serán el power trío por excelencia del rock tico y su separación fue lamentada en paleta.

Los años han pasado, conocí en persona a Henry y Richie y, finalmente, me hicieron caso (el rajón) semanas atrás, cuando los tres volvieron a subirse juntos a un escenario. El regreso no oficial de Índigo fue una celebración que viví pegado a la tarima, registrando con mi cámara un momento que esperé por años. Y sí, hay otros videos de Almas solas pero como este es mi blog el que les comparto es precisamente ese, el que grabé en una de las noches más felices musicalmente que he tenido.

¡Viva Índigo, jueputa!




Los 10 primeros lugares están cantadísimos, siendo el único misterio el acomodo. Pero para alargar el asunto, la próxima entrega no será sobre esa decena, sino un bonus track: un ejercicio de ajustar el listado al día de hoy, sacando 10 canciones que difícilmente entrarían si la encuesta la llenáramos en la actualidad y ocupé sus espacios con 10 temas "nuevos", salidos en los últimos dos años y que por su popularidad de seguro sí formarían parte de la centena actualizada. Desde luego que se trata solo del criterio del que escribe pero bueno... para eso son los blogs.