miércoles, 28 de septiembre de 2011

Vueltaenu presenta: Las 100 mejores del rock tico - Parte 6 (50-41)

Mod Ska: al que le guste que lo baile...
Digamos que esta es la segunda parte de este informe, después de una semanas de pausa. De acá en adelante, prácticamente casi todas las canciones son referentes inamovibles del rock costarricense (digo yo)... ustedes dirán si coinciden.

Y solo para retomar la metodología: esta lista es producto de una encuesta que realizamos desde el sitio web de Vueltaenu.co.cr, cuyos resultados nos habíamos quedado sin revelar tras el cierre de la página. Los resultados se obtuvieron tanto del voto popular como del voto especializado de un panel de figuras relacionadas con la escena de música local, las cuales votaron con una mecánica aparte.

50. Esclavo, Evolución

Creo que esta fue la pieza que terminó de consolidar a Evolución entre el gran público. El título Absorbiendo la magia siempre me sonó medio ñoño pero es lo único malo de un álbum genial y que recibió una buena difusión, en gran parte gracias a Esclavo. La pieza sonó bastante en las radios (la recuerdo en 979, que era la que yo escuchaba en aquel entonces): una canción pesada, muy amarga, de corte social corrosivo. Cualquiera que se diga medianamente fiebre del rock tico tiene que sabérsela de memoria... no tiene quite.




49. Raquel (Maquillaje para el alma), Modelo Para Armar

Primera de las dos canciones en esta lista dedicadas a una mujer específica. No sé quién es Raquel (¿algún periodista que se apunte a averiguarlo?) pero en su honor se grabó el primer acercamiento tico al género de la power ballad. Modelo Para Armar perfeccionó el concepto del rock pop en el país y se subió con temas como Raquel en la fiebre de música nacional salida del acetato que se disparó desde programas como Hola Juventud. Los buenos viejos tiempos.




48. A Waste of Time, Anemonah

Una canción que entró al legítimo calor del momento. En el 2009, cuando realizamos esta encuesta, Anemonah era la banda en boga, de la que todos hablaban, lo más tuanis si uno andaba en el patín electro-indie. Y es por eso que creo que A Waste of Time se coló en la lista. Desde luego que Anemonah me parece un chuzo de banda y esta pieza es uno de sus mejores momentos pero también es de esos temas que no soportaría la prueba del tiempo si el sondeo se hiciera hoy. Este caso me recordó a las encuestas que se hacían hace 10 años, en las que Eminem salía como el artista de hip-hop más grande de todos los tiempos.



47. It's Your Life, Parque en el Espacio

Este país vive una contradicción enorme: consumimos muchísima música en inglés pero no somos especialmente tolerantes con las bandas locales que cantan en ese idioma. El inglés era hasta no hace mucho un idioma que solo era aceptable para las bandas de metal, absurdo que afortunadamente cambió con casos como los de Nada, The Movement in Codes y, muy especialmente, Parque en el Espacio. La banda de Zurdo fue la primera angloparlante en consolidarse más allá de la escena indie, siendo sin duda It's Your Life su tema más conocido (al menos en mis registros mentales). Yo a PEEE empecé a poner atención algo tarde, quizá porque era inevitable el pararle oreja a un grupo del que todo el mundo hablaba... y tenían razón. Aún sigo esperando el día de ver a PEEE en ligas más competitivas: se lo merece.


46. Quiero más, Porpartes

Porpartes es, desde mi punto de vista, el resumen de todo lo malo que trae el "éxito". Quiero más fue su debut, su banderazo de salida, su primera probadita... ¡y pegó en puta! Macho Salazar se tornó de la noche a la mañana en el güila ídolo de las adolescentes locales, la canción era el primer éxito de pop juvenil "tipo Hanson" que aquí se hacía y Universal Music convirtió a Porpartes en su primer artista costarricense. Y ya, eso fue todo.

Bueno, en realidad hubo más, mucho más: el grupo dejó de ser tal y se convirtió en el proyecto personal de Macho; siguieron años de silencio; Porpartes grabó un segundo álbum; obtuvo la única nominación a un premio Grammy (latino, pero Grammy al fin) para el rock costarricense; los pusieron en la tarima principal del Festival Imperial... y ya. Bueno, no, Porpartes es hoy parte del competitivo circuito colegial.

¿Fue todo esto buena o mala suerte?, ¿muy buenas patas?, ¿un grupo que se sabe mover en las esferas correctas?, ¿una suma de todas las anteriores? La verdad no tengo idea pero el tema de Porpartes merece un análisis casi académico. Aún así, no se puede quitar que Quiero más es una gran canción y no se me cae un brazo por decirlo. Lastimosamente solo encontré esta versión terrible grabada en un cole pero prefiero eso mil veces que a Macho cantando la piecita de Teletica :P




45. Dirty Rainbows, Nada

Hasta aquí llega la participación de Nada en el listado, en el cual colocó bajo su nombre dos canciones... sí, eso quiere decir que otra pieza de la banda queda por ser mencionada más adelante pero con distinto intéprete (¿o es el mismo?).

Dirty Rainbows era introducida en los primeros chivos por Kurt como "este mae no sabe hablar español" y señalaba a Marcos. Y, efectivamente, el señor Monnerat uso esta canción para presentarse como letrista, oficio que ha perfeccionado en TMiC.

El rock alternativo de los 90 que nos llegaba del norte sonaba así y creo que eso fue lo que ayudó a que la canción tuviera tan buena acogida entre los nadaheads. A mí siempre me pareció un punto alto en los conciertos del cuarteto, pues empezaba suavecito y terminaba en una descarga épica, merecedora de un video de Samuel Bayer.




44. Ska de corazón, Mod Ska

Ska de Corazón es, para efectos del rock nacional, el equivalente de los maes de Italia 90 cantando Lo daremos todo. Esté donde esté, un costarricense no puede evitar reaccionar ante esta pieza, aunque no la conozca. Esto, desde luego, se debe a la inclusión de un fragmento de El punto guanacasteco, tema tradicional cuya traducción al ska resultó un éxito rotundo.

Ska de corazón es sinónimo de una época feliz para el ska criollo, cuando bastaba levantar una piedra para encontrar abajo una nueva banda de ese género. Los slams eran brutales, las cervezas corrían descontroladas, la gente la pasaba bien y uno iba a los chivos a bailar. Pensar en un regreso de Mod-Ska no suena tan descabellado... al menos eso me dijo su bajista, Gino Blando, un par de meses atrás, cuando nos conocimos en la venta de autos en la que él trabaja. Ojalá.

Recuerdo como, hace una década, un día en la casa de Mario Miranda vi una caja llena de copias del Hermanos, una de las cuales está hoy resguardada bajo siete candados en mi casa. Tener originales este álbum y el Simples frases, de Calle Dolores, son dos de las joyas de la corona en mi nada despreciable colección de discos de música costarricense.



43. No mentimos, Seka

La canción insignia de Seka en vivo. Y sí, a estos turrialbeños les creo cuando dicen que no mienten, pues esta banda es de las que más consistencia ha mostrado en su mensaje a lo largo de tantos años. Seka en los conciertos no solo dice sus verdades, sino que le restriega en la cara a nuestros líderes sociales todas sus mentiras. Seka siempre me devuelve la fe... siempre.



42. Egocéntrico, Adaptados

No contento con liderar el que en su momento fuera el grupo ska más popular del país, Jose Coto decidió que también quería cantar en una banda punk... y se rodeó de la mejor compañía para lograrlo. Adaptados fue una agradable sorpresa cuando vio la luz, en el 2003, pues juntaba a Coto con Wash y Kurt Dyer, además del entonces debutante Gustavo Cordero. “No estamos buscando vender respuestas sino hacer música que se deje oír. Igual tampoco pretendemos calzar en una escena sino tocar para los que nos quieran escuchar”, explicó Coto en una entrevista que les hice por aquella época.

Egocéntrico ha sido su tema estandarte y eso explica el  que si una pieza suya tenía que estar acá, fuera precisamente esta. Si de mí dependiera, hubiera preferido incluir a Un día, la primera canción que les escuché y en la que el juego de voces de Jose y Kurt era una delicia.



41. Laura, El Parque

Otra pieza dedicada a una mujer. No sé quién es Laura pero espero que se sienta muy honrada, pues este tema fue el gran éxito del disco debut de El Parque, con la particularidad de que pegó más en Panamá que en Costa Rica. Hoy es inamovible en el repertorio de la veterana banda, sobreviviendo al paso de tres distintos vocalistas y de los años.