sábado, 12 de mayo de 2012

Vueltaenu presenta: Las 100 mejores del rock tico - Final (10-1)

Bernal Villegas y Pato Barraza: en la cresta de la ola (Foto: Lucía Marín)

El 9 de junio del año pasado anuncié en este espacio que revelaría los resultados de aquella ya lejana encuesta del 2009 que hicimos en Vuelta en U para determinar cuáles han sido las 100 canciones más importantes del rock tico. Casi un año después, hoy finalmente se termina el conteo.

Creo que en aquel momento no tenía muy claro en lo que me estaba metiendo. Estaba el camino fácil de chorrear la centena pero se me hacía muy sin gracia, dado que con la gran mayoría de las canciones listadas guardo una historia personal. Así que me compliqué la vida y desgrané, de 10 en 10, a las 100 piezas, con una referencia a cada una de ellas.

Me encantaría creer que todos los fiebres del rock costarricense han seguido estas publicaciones con hambre pero sería engañarme. Por eso, si usted es de los que hasta ahora se entera de qué es esto –precisamente porque se acabó– entonces le doy un poco de contexto, antes de entrar en materia con los 10 primeros puestos.

En el 2009, en el que vendría a ser el último proyecto editorial de Vuelta en U, nos dimos a la tarea de hacer esta lista, tabulando tanto el voto abierto de los usuarios del sitio como el de un panel de expertos, relacionados de alguna manera con el medio musical criollo. El resultado se quedó sin publicarse ante el cierre del medio, hasta que lo retomé el año pasado por medio de este blog. Estas son las entregas previas, en caso que quiera repasarlas:

Parte 1: De la 100 a la 91
Parte 2: De la 90 a la 81
Parte 3: De la 80 a la 71
Parte 4: De la 70 a la 61
Parte 5: De la 60 a la 51
Parte 6: De la 50 a la 41
Parte 7: De la 40 a la 31
Parte 8: De la 30 a la 21
Parte 9: De la 20 a la 11
Bonus tracks: 10 canciones lanzadas del 2009 a hoy que deberían estar (y 10 que salen)

Con la satisfacción del deber cumplido, entrémosle al Top 10 (y suena de fondo la pieza de intro de Hola Juventud). Está de más decir que las siguientes 10 canciones son indispensables del cancionero popular costarricense, nos definen como país en el plano musical y –más allá de si nos gustan o no– las sabemos de memoria y es probable que se relacionen con recuerdos emotivos, de aquella época en que éramos desempleados, despreocupados y felices.

10. Juana Escobar (Juanita), El Parque

"Parece que todos escuchamos algo que dice así..."

Las palabras introductorias de Luis Arenas nunca se me borrarán de la memoria, pues venían pegadas a una canción que me revolcó cuando tomó por asalto las radios nacionales. En poco más de dos minutos y con una harmónica endiablada como su rasgo más característico, Juanita fue la primera gran novia del rock tico: todos teníamos que ver con ella, todos nos sabíamos su nombre, todos... todos.

¿De qué habla la pieza? A estas alturas aún no lo tengo claro pero vale gorra. En aquellos años lo que hiciera El Parque se veía como santa palabra y bien se puede decir que fue la primera banda en pegarla en serio con el rock original. No se me olvida como con el grupo de compas de Curri fuimos hasta Jaulares para un concierto de El Parque con Las Tortugas (obvio que el interés era por los primeros). Con Juanita me di de patadas en el parqueo de Educación, en una Semana U en la que Los Rabanes eran teloneros de El Parque.

A Juanita le tengo cariño.




9. La modelo, Café con Leche

El punto culminante en los conciertos de Café con Leche, y luego en la etapa solista de Capmany, llegaba con La modelo. Tiendo a creer que no se trataba de la canción predilecta de Jose pero no por eso dejó de hacerla divertida, con interludios únicos que mutaban de versión en versión.

Recuerdo una vez haberlo escuchado en un chivo que estaba dando en la extinta sucursal de la pizzería Caccio's, en Heredia. Esa noche el cuento del ride a la playa, de la mae horrible y del artesano duró como 20 minutos, con toda la audiencia muerta de la risa ante aquel cuento que no se sabía para dónde iba.

Hoy una tipa que se las dé de sexy difícilmente se vestiría con anteojos punk, enaguas de cordurroi o aretes de bambú: la modelo es un reflejo de la moda y el humor de los ochentas, de una época en la que no era descabellado comprarle a la novia un regalo con ¢49.65.





8. Asesina, Calle Dolores

Rock Fest 2001, anfiteatro del Hotel Herradura: Jose Coto cantando con las venas del cuello a punto de reventarse, un emsombreado Bernardo Mata bailando por todo el escenario, Sapo dejando el alma en los tarros...

Al día de hoy no recuerdo otro slam de las dimensiones e intensidad del que se armó en esa ocasión, con miles de pies correteando en aquel polvazal, con miles de gargantas gritando al cielo la pregunta de "¿por qué la asesinaste?"

Asesina fue la que tuvo la culpa. La dichosa Asesina.




7. Al final, Suite Doble

Otro recuerdo del Rock Fest, este del 2002:  el recinto de Futbol 5 era un hornazo, empaquetado con un montón de gente deseosa de música extrema (ska y numetal). Ernesto Aducci armó un cartel que me pareció una bronca: Deznuke, Broca, Suite Doble, Tropa 56...

Sí, en medio de agrupaciones de patadas y slam, Aducci metió a Marta y Bernal. "Los van a matar", pensé, viendo lo caliente que estaba la audiencia... y me comí mis malos augurios. Aún me da risa recordar a aquella masa de malamansados sacando los encendedores y coreando "la pieza del anuncio de Belmont".

El segundo álbum de Suite Doble no pegó lo que se esperaba. Las expectativas eran muy altas dado el éxito de su disco debut pero el primer sencillo Tú y yo se quedó corto. La banda luego hizo un video para Al final y lo promocionó, sin que les dieran mucha pelota. Luego, BAT le echó mano a la pieza para musicalizar uno de sus comerciales (sí, niños, los cigarros antes podían anunciarse en medios de comunicación) y cobró un segundo y definitivo aire.

Al final es hoy una de las máximas baladas de la música costarricense. Una pieza que –igual que el comercial que acompañó– evoca a fogatas, a parejas hechas un colocho, a noches saturadas de estrellas y a calorcito humano. A Marta no se le perdona el que se baje de cualquier escenario sin antes echársela. Así de sencillo.




6. Voy por ella, Evolución

Hace ya muchas lunas, en los inicios de la comunidad que se formó a partir del foro de 89 Decibeles, tuve el placer de ser el DJ (digamos), en varias de sus fechas, en el bar La Salamandra.

Cargado de compactos (arcaico), puse la música que me dio la gana. En el bloque de canciones nacionales, una estimable forista se me acerca y me pregunta si ando Voy por ella. Desde luego que la canción del momento estaba a mano y al sonar el primer acorde el salón se volvió loco. Acto seguido, aquel respetable grupo de seguidores y protagonistas del rock nacional empezó a corear aquello de "Hay una mujer perfecta...".

Evolución no ha sido una banda de estricto perfil comercial, sin que por eso su música no sea accesible y fácil de oír. Su mayor licencia pop se dio precisamente con Voy por ella, lo que sin duda influyó en el mostruoso desempeño que la canción logró en medios de comunicación. Fue por este tema que ese gran público entró en contacto con el trío, como si se tratara de algo nuevo.




5. El invisible, Gandhi

No es la mejor canción de Gandhi pero sí la más difundida (o quemada).

El Invisible pegó solita, sin impulso en los medios y ya para cuando la banda empezó a grabarle videos, la pieza era de dominio popular. Su primer clip es hoy una leyenda urbana, pues desapareció del ojo público. Producido por el equipo más meritorio que ha pasado por 7 Estrellas, el clip mostraba a un montón de mujeres de distintas edades –incluidas niñas y ancianas– hablando de ese amigo invisible que visita el lecho femenino (si todavía no entienden de qué trata la pieza, tomen el premio Winnie Poh a la Inocencia 2012).

Aquel video fue retirado del aire (al chile, pago por una copia) y la banda hizo otro más ambicioso con Douglas Martin, el director que estuvo de moda en los videoclips ticos de una década atrás. Si me preguntan, me quedo con el original.

Plagiada por Rosana (aunque ella jure que el idéntico riff de guitarra de Pa ti no estoy es una inocente coincidencia); track oculto del disco en vivo Bios; manoseada por BMG; covereada por decenas de grupos adolescentes que ven a los de arriba como referente, El invisible y Gandhi son hermanos que a veces se pelean pero que, al final, comparten la misma sangre.




4. Cuantas noches, El Parque

Hoy, escuchándola a la distancia, Cuantas noches me parece una pieza suave, cero violenta, pero en aquel entonces sonaba a pura gasolina y la voladera de patadas era su coreografía.

Estamos claros en que la historia de El Parque se empezó a escribir y hoy continúa con Paul Jiménez pero nadie puede negar que su momento de gloria fue con Luis Arenas en los vocales. Showman por excelencia, el flaco venía de un grupo muy bueno llamado Signos (lo recuerdo en Telemúsica, con Rooper Alvarado) y con su calidad vocal y técnicas escénicas se transformó en el primer rockstar criollo de los 90.

Todo eso quedó en evidencia en Cuantas noches, canción muy pegajosa, de coro fácil de aprender y provista de un video revolucionario, el primero de muchos que se rodarían en el Sanatorio Durán. Musicalmente es una pieza impecable, sencilla pero a la vez sabrosa, con una base de bajo a cargo de Churro Trejos como su rasgo que más me gustó.

En los buenos años de Radio Sistema Universal, Cuantas noches hizo lo que le dio la gana: sin redes sociales, incluso mucho antes de contar con un video, nuestras llamadas la llevaron a los primeros lugares. De las pocas canciones en esta lista que se pedían "para grabar".




3. Dime qué puedo hacer sin ti, 50 al Norte

Para febrero del 2000 yo era un reportero pollito en la sección de espectáculos de Al Día. Mis jefes me piden un artículo a propósito del Dia de San Valentín y para evitar lo obvio (decía yo), busqué a artistas nacionales que tuviesen grandes canciones de amor, para preguntarles por la inspiración detrás de aquella letra.

Cuando hablé con Bernal Villegas me quedé en una pieza: la balada que uno le dedicaba a la güila que le gustaba no estaba inspirada en un romance de pareja, sino en un amor más puro, más básico, menos complicado: el de un padre hacia su hija.

Bernal no lo sabe, pero fui fan de 50 al Norte y tuve la dicha de ver a la banda en vivo un par de veces, siendo la más memorable aquella en el Melico, cuando se presentaron al lado de la Sinfónica Juvenil. Éramos poquitos en el teatro pero cómo nos hicimos oír, especialmente unos compas que pasaron pidiendo, sin éxito, el desterrado éxito Llamada clandestina (pago también por conseguir ese tema).

Yo era un carajillo de cole y Bernal ya un artista hecho y derecho. El tiempo pasó y coincidimos, yo feliz cubriendo sus chivos y abriéndole las páginas del periódico. Y al igual que él llegué a entender ese amor tan puro y básico y, en las noches, al ver a Emma y Luci dormidas no encuentro respuesta a la pregunta de qué podría hacer sin ellas.




2. El barco, Café con Leche

El cancionero de Café con Leche tiene dos definidas corrientes: la de humor folclórico costarricense (en la que es justo reconocer el gran aporte inicial de Enrique Ramírez) y la metafórica, que siempre sentí era la que más realizaba a Capmany.

El barco es justo eso: la metáfora hecha rock and roll. ¿Qué significa? Usted dígalo: una canción universal, que cada quién interpreta a partir de sus experiencias, que no peca de explícita pero tampoco de fumada.

Ese barco que Jose no abordó puede equivaler a mil cosas y todos en algún momento nos hemos enfrentado a él.

Si bien estamos ante un tema que se puede decir sin pena que pegó en la radio, lo cierto es que su leyenda se tejió en vivo, sobre las tarimas, en la interminable gira por Costa Rica que fue la vida de Jose. Si digo que escuché 50 veces en vivo a Capmany cantar El barco, la cifra es conservadora... y todas las veces él la interpretó como si fuera la última.




1. Frágil, Inconsciente Colectivo

En 1992 yo era un fan a muerte de radio 103. En aquel entonces la emisora empezó a editar un boletín (en papel, obvio) con su lista Feeling the Hits. Sé que en alguna caja tengo, amarrada con ligas, mi colección de dichos boletines, y en una de ellos dice, muy claro, que Frágil fue número uno en algún momento de aquel año.

Más larga que la mayoría de sencillos exitosos (pasa los 5 minutos), Frágil es la canción tica que más lejos ha llegado, literalmente: con ella Inconsciente triunfó en la versión local del concurso Yamaha Music Quest. Luego vino la victoria en la eliminatoria latinoamericana y un dignísimo tercer lugar en la final mundial, celebrada en Japón.

20 años han pasado desde la primera vez que la intro del piano llegó a nuestro oídos y aún puedo decir que Frágil me para los pelos. Frágil es la canción que necesitábamos, que pedíamos a gritos, que nos hacía falta y no sabíamos. Está llena de frases bellísimas... "Y si me quieres ver llegar, rompe tu cristal"... "Una palabra se olvidó de entrar en la canción"... "Una promesa de cristal, que nunca podré romper"... (Y la mejor) "Tengo una enfermedad mortal que he de llamarla libertad"...

Anécdota pola: en algún momento de 1995 le pedí prestados cinco rojos a mi hermano menor, los cuales nunca le pagué (sorry, Fabián) y con ellos fui y compré el CD original de Inconsciente en la Fuji de la Calle de la Amargura. Me encantaría decir que aún lo conservo pero se lo regalé a una compañera de la U con la que medio andaba y que era loca por Pato y los suyos. Con ella terminé al ratito, pues prefirió irse con un mechudo que juraba ser la versión tica de Jerry Cantrell. Espero que aún conserve el disco de edición original, mientras yo me conformo con la reedición que una década después puso en la calle BMG.

No sé si alguna vez te lo dije pero, por aquello: Pato, gracias por Frágil. En serio.

viernes, 13 de abril de 2012

Vueltaenu presenta: Las 100 mejores del rock tico - 10 Bonus tracks

Sonámbulo: los papás de los tomates. Foto de Pablo Cambronero.

Por la mera gana de dilatar un poco el último post de esta serie (si la han seguido con atención, mandaría que aún no sepan cuáles piezas ocupan los 10 primeros puestos), este post sirve como una licencia, muy personal.

Debido a que la encuesta de la que se desprende este listado se efectuó a finales del 2009, mucha ha sido la buena música local que ha visto la luz desde entonces. Y venir a decir a estas alturas cuáles son las mejores canciones de la historia del rock tico sin tomar en cuenta el material de factura más reciente sería, a todas luces, un error.

Con esto no quiero decir que los resultados se modificarán, pues reflejan el parecer de los votantes en ese momento. Sin embargo, sí me tomé la libertad, desde mi subjetividad, de escoger 10 canciones que se lanzaron posteriormente a la encuesta y que considero tienen los méritos artísticos y de difusión como para ser parte de las 100.

Desde luego que para hacerles espacio en la centena, 10 canciones de la lista original deben quedar por fuera. Las que excluí son piezas que considero difícilmente soportarían la prueba del tiempo si la votación se efectuara hoy. Motivos hay varios, como desaparición de su banda intérprete, largos períodos de inactividad o bien que reflejara una popularidad momentánea, propia de los meses en que se efectuó el ejercicio del que sale esta lista.

A fin de no complicar más las cosas, las 10 piezas bonus entran en las posiciones que dejaron las que excluí, aunque bien, por su popularidad pudieron ocupar puestos más altos. La jerarquización sí es tan arbitraria como mi criterio, el cual espero no moleste a ninguno de los aludidos.

Vamos al futbol...


96.  Bola de cristal, Ale Fdz (por Binario, de Deznuke)

La mejor canción pop que se ha hecho aquí en el último lustro. Ale es un artista completo por los cuatro costados y si este tema no tuvo mayor repercusión en las radios es solo porque sus programadores son unos pargazos que de que música saben tanto como yo de física cuántica. Pónganle atención a su nuevo disco, cuyo primer sencillo ya está disponible para descarga.




95. Dark Horse, The Great Wilderness (por Tangaloneta, de Esimple)

Bandas indie de muchachas que cantan en inglés: sin duda el segmento que más ha crecido en el rock costarricense de unos dos o tres años para acá. Su perfil tiende a ser bajo o al menos calculadamente "espontáneo", a sabiendas de que su música no está hecha para el consumo masivo. Aún así, TGW es una banda que bien se puede decir ha pegado, con sus cada vez más frecuentes invitaciones a festivales como evidente confirmación.

Dark Horse es lo más parecido a un sencillo que ha lanzado la banda y uno de sus temas más reconocibles, aunque desde luego otros fans seguro dirán que su canción insignia es cualquier otra. Una gran pieza, que de una vez recomiendo para mi grupo etario.




93. La dulce muerte, Patiño Quintana (por Orgullo, de Diente Guapo)

Sabía que algo de PQ tenía que entrar en este paquete. Sin embargo, escoger cuál tema de ellos debía ir en esta posición fue difícil, dado que si bien no han tenido una única canción que clasifique como EL éxito, si muchos temas suyos son, al menos para mí, de dominio, como los sabrosos Algún día o No es tan fácil (ambos dueños de sendos videazos), o bien el ya conocido y encarador Blanca y pura.

Sin embargo, estimo que La dulce muerte –su versión musicalizada de Uvieta– es la que más se ha dejado oír, especialmente sobre el escenario. Y es que en vez de concentrarse en "pegar" en la radio, los Patiños se han esforzado desde la tarima, convirtiéndose en uno de los actos obligatorios para los amantes de la buena música local.

Nota: De las 10 canciones que excluí, Orgullo fue la que más me dolió sacar.



    
88. Crazed Apocalyptic Wave, Pneuma (por Ser normal, de Mal de Patria) 

Pneuma no solo ha sido la banda más pro y de mayor trascendencia del metal tico en los últimos cinco años, sino que además es dueña de este, el mejor video que se ha hecho en el país en tiempos recientes. Cuidado pierden...




85. Estréllame, Gandhi (por 7, de Sintagma)

Que a estas alturas del partido, Gandhi siga teniendo temas exitosos habla muy bien del cuarteto. No quiero que se me malentienda pero la escena musical criolla ha sido dominada en los últimos cuatro años por agrupaciones jóvenes y en alzada. Sin embargo, Gandhi es la excepción: veteranos (más no rocos) que pegan canciones nuevas, sin encasillarse solo en sus viejos éxitos. No recuerdo alguna otra banda nacida de la época del rock alternativo de los 90 que siga tan vigente como ellos.

Y bueno, Estréllame era una canción destinada a grandes cosas, aún antes de contar con el maravilloso video aquí adjunto. Sin haberse promocionado aún, la legión de seguidores de la banda ya se la sabía de memoria en los conciertos. A mí, en lo particular, me encanta.




79. No quiero hablar, 424 (por No tengo calma, de Le*Pop) 

Las primeras impresiones son las que más cuentan y, a la fecha, el tema debut de 424 sigue siendo mi canción predilecta de su cada vez más robusto repertorio. Sin ser yo parte del target juvenil de la banda –que opera con criterios propios del mercadeo–, su trabajo desde un inicio me ha parecido sobresaliente, pulido y original.

Mapas y caminos hizo también méritos para ser parte de estos bonus track pero, si de escoger se trata, siento que No quiero hablar es la canción que mejor representa el aporte hecho por 424 en su corta vida.



                      
70. Cerca del sol, Akasha (por A Dios le pido, de Villegas)

Negar el pegue de Akasha a estas alturas del partido sería mezquino, aunque se trata de una banda de la que parece correcto que la gente hable mal (en ciertos círculos... como los que yo frecuento).

El segundo álbum de esta agrupación pareciera parido en el INCAE, con todos los detalles demasiado calculados en función de un producto que debe venderse, y venderse bien. Y se logró, en virtud del arrastre enorme que tiene la banda entre la muchachada local.

Su sonido, a mi criterio, es ahora menos crudo y emotivo como en sus inicios, siendo pesado pero no tanto para molestar. De los sencillos lanzados en tiempos recientes me da la impresión que Cerca del sol es el que más duro ha pegado, aunque sigo sin entender el intermedio en medio del video.




67. Elevarse, Cocofunka (por Low, de Agressor)

Escoger un único tema de Cocofunka para este ejercicio no fue algo fácil, dado que siento que en los últimos dos años han sido varias sus canciones en lograr destacar.

Interesante fenónemo el de Cocofunka. Estamos ante un grupo que trabaja fino y pulido, que tiene en Javier Arce uno de los mejores frontman hoy por hoy del país (y además dueño de una excelente y distintiva voz), que se luce en lo audiovisual y que –a base de fusión de reggae, funk y otros ingredientes– puede ser divertido y festivo sin por eso caer en lo superficial.

Todo el disco Elevarse es una joya y su canción titular es irresistible. Y por lo visto en la última semana, su nueva producción promete elevarlos hasta donde dé el mecate.




64.  Jabalí montuno, Sonámbulo Psicotropical (por This Trouble Heart of Mine, de Time's Forgotten)

Si esta encuesta se hiciera efectivamente hoy, Sonámbulo metería no una sino varias canciones en la lista (Chusma Funk es una GIGANTE), y sin duda con Jabalí ubicada del puesto 25 en adelante.

Sonámbulo es hoy el sonido de exportación de Costa Rica, como bien se comprobó en el pasado Festival Imperial, donde la tropa psicotropical compitió en pegue con los grandes venidos de afuera.

Siempre nos hemos preguntado cuál será el grupo tico que finalmente logre dar ese salto definitivo más allá de nuestro patio. Bueno, a como pintan las cosas con Sonámbulo, la interrogante ya tiene respuesta.




48. Gira el mundo, Percance (por A Waste of Time, de Anemonah).

Percance es el grupo más popular, hoy, de nuestro país. Y a mucha honra.

Logrando lo que las legendarias bandas de ska de los 90 no pudieron –pegar duro y en serio–, este colectivo de buena vibra provoca reacciones que admito tenía mucho de no ver por acá. Llenazos absolutos, una jauría de seguidores que le sigue por todas partes, medios derretidos a sus pies, canciones demasiado pegajosas como para evitar aprendérselas, apoyo inédito de parte de patrocinadores privados... ¿Hace falta que siga?

Si bien ¿Dónde iré a parar? fue la pieza con la que llegaron al primer lugar de MTV Latino, Gira el mundo es su bola de demolición. El cuentazo, impulsado acá por las voces del odio, de que se trataba de un plagio sirvió, irónicamente, para impulsar aún más a la canción, la cual he escuchado en la radio, en la tele, en la calle, en cumpleaños de adolescentes...  y en mi carro, tras convertirse en la primera canción no infantil que mi hija Emma, de cuatro años, se aprende de memoria.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Vueltaenu presenta: Las 100 mejores del rock tico - Parte 9 (20-11)

Tango India: los reyes de la radio

Paciencia, que cada vez estamos más cerca.


Llegamos a los 20 primeros lugares, temas de conocimiento obligatorio para cualquiera que se medio precie de ser adepto de la música nacional. Se trata de canciones tan buenas que lograron vencer la resistencia de los programadores de radio, que circularon de mano en mano, grabadas, quemadas, descargadas...

No vamos a meternos en debates de si se trata de los mejores canciones del rock costarricense, pues cada quien tendrá su lista. Sin embargo, pareciera que sí estamos de acuerdo de que la popularidad para nuestro rock, en un medio tan mezquino como el tico, usualmente implica su buena dosis de calidad.

Ustedes dirán. Vamos de la 20 a la 11...


20. Sola, Kadeho

Los del Puerto se hicieron enormes gracias a esta canción, conocida a lo largo y ancho del país.

Segundo sencillo de su álbum debut (y primero en contar con un videoclip), Sola es la justa mezcla entre balada, éxito pop y credibilidad alternativa. La letra es fácil de aprender y la musicalización es tan rica como agradable, con un piano en primer plano que le confiere una dulzura difícil de explicar.




19. Cautiva del mar, Inconsciente Colectivo

Inconsciente Colectivo tiene una historia algo rara: conoció el éxito muy pronto, a inicios de los 90, y luego entró en un letargo del que solo salió por el empeño de Pato Barraza. Años después de su debut, Pato volvió a las andadas con IC en formato de trío, acuerpado por Eduardo Carmona y Rafa Ugarte.

Aquel regreso fue épico, monstruoso, aplastante, colocando de nuevo a la banda en la cresta de la ola por un buen rato. Cautiva del mar fue el tema que abrió fuego y qué manera de hacerlo. Se trata de una canción algo oscura, de una letra bastante metafórica pero irresistible. Recuerdo que Pato la cantaba como puteado, con una sonrisa algo perversa que decía más de lo que aparentaba.

El solo de guitarra... la flauta... el coro en tono de reclamo... Pato luciéndose como la mejor voz que ha conocido el rock tico...




18. El mañanero,  Evolución

Me voy, me voy, me voy, me fui...

Balerom escribió El Mañanero mucho antes de que exisitiera Evolución, siendo más bien un tema original de su primera banda, Amplexus (adjunto el video respectivo, al final). Sin embargo, la versión que todos conocemos es la del actual trío, catapultada al cancionero tradicional costarricense luego de que BMG le echara mano y la hiciera parte de los Tikici@s.




17. Esperaré, Tango India

Tanto pero tanto pegó esta pieza que hasta las Chicas Buba le grabaron un cover (si eso es bueno o malo, ustedes dirán).

Segundo sencillo del álbum debut de TI, Esperaré se tornó en un éxito inmediato, en carne de serenata, en componente de La hora de los novios, en repertorio de karaoke. Al día de hoy debe ser una de las canciones costarricenses más manoseadas, sin tener yo certeza de si Juan Diego y Felipe están viendo un cinco por todo el trajín de su creación.




16.  Kanu,  Bruno Porter

Curioso que el tema de BP preferido de los músicos que participaron de esta votación no estuviera disponible en Youtube (ante esto subí un video, armado por mi persona, del que espero sepan disculpar su sencillez).

De las 20 piezas que se ubicaron en los primeros lugares del listado, Kanu es la única que no contó con amplia difusión en radio y televisión (apuesto que en su momento solo sonó en Radio U y MxI), lo que hace aún más meritorio el que entrara en la parte más alta.




15.  Al son del dolor,  Gandhi

En el 2003, para mi proyecto de graduación de maestría, exploré la comunicación que se da en el rock nacional por medio de ocho canciones, de las cuales enfrenté los motivos de sus autores con el significado que de ellas extraían los escuchas. La primera parte constó de entrevistas, mientras que la segunda la completé mediante unos 100 cuestionarios que, con la complicidad de unos amigos y ayuda de Ernesto Aducci, llenamos con asistentes del último Rock Fest.

Al son del dolor formó parte del estudio (que se titula El rock habló y que, si les interesa, pueden encontrar en la biblioteca de la U Latina). Mássimo me comentó que fue una canción nacida de la ira ("puteado" fue el estado en el que la escribió) y está de más decir que el resultado fue furioso. Se trata de una de las canciones más "pesadas" de Gandhi y que mostró la potencia que el cuarteto derrochó en el álbum Páginas perdidas: la primera vez que la escuché en vivo fue pura intensidad, con cada uno de ellos dándole con el alma.




14. Profanar, Suite Doble

En un inicio se llamó 69 y en su nacimiento todo estuvo friamente calculado. La yunta que formaron Marta Fonseca y Bernal Villegas fue química perfecta, como dirían Yuri y Luis Enrique: la perfecta voz y belleza de Marta calzaron de maravilla con las letras y música del maestro Bernal Villegas.

A los pocos meses de vida llegó el contrato con Sony Music y el inevitable cambio a un nombre más correcto y menos provocador: Suite Doble (recuerdo que en Radio U teníamos el disco que decía "69" en la portada). De aquel esfuerzo –cuidado en todos los detalles– Profanar fue la mejor carta de presentación. El tema llegó a los primeros lugares en las radios, tenía un videazo para la época y se tornó en un himno, que aún hoy infunde respeto.

Si bien Suite Doble cerró su capítulo hace rato, Profanar no afloja, pues tanto Marta como Bernal la tienen incorporada en sus respectivos repertorios. Y eso se agradece.




13.  Torera,  Garbanzos

LA pieza de Garbanzos.

Torera ya era objeto de culto en la escena under cuando se benefició de la amplia exposición ganada por todos los temas que formaron parte de los compilados Tikici@ Rock, de BMG.

Desde Torera, el pasodoble cobró otro significado para una generación que solía asociarlo con la "música de los tatas".




12. Quítate la paja del ojo,  Hormigas en la Pared

Si bien he sido un abierto detractor de los concursos/batallas de bandas, sí quiero resaltar el meritorio recuerdo del Yamaha Music Quest, que a inicios de los 90 sirvió de escaparate para una generación de agrupaciones que venía empujando el movimiento de la música original.

Fue por ese certamen que descubrimos a La Clase, Inconsciente Colectivo y HELP, que llegó a la final precisamente con esta canción. Hormigas en la Pared era entonces de las bandas más mandadas, más distorsionadas, más enjachadoras, más irreverentes...

Quítate la paja me sigue pareciendo hoy tan importante como en aquellos años. Era la versión musicalizada del  "váyase para la mierda y no se meta en mi vida" que todos llevábamos por dentro y que Frank y sus secuaces tan bien describieron.

No fui un "militante" de hueso colorado de la escena roquera y de hecho asistí a pocos chivos. Eso sí, siempre procuré estar en primera fila –y me declaro groupie– cuando los que tocaban eran HELP y la banda de la canción en el puesto 11.




11.  Almas solas,  Índigo

Una, dos, tres... seis... ocho... quince: llegó el momento en que perdí la cuenta de la cantidad de veces que esta canción sonaba a diario en la finada y extrañada Universal.

Al inicio la pedí "para grabar" pero como siempre la cagaban con un sello de la emisora, decidí juntar los cerca de dos rojos que costaba el casete original. Así, en la Fuji de la entrada a la Calle de la Amargura compré mi primer álbum de música costarricense... el homónimo debut de Índigo.

Almas solas fue la primera canción tica que me aprendí de memoria y acosé a mis amigos para que la escucharan, esperando se contagiaran de mi fiebre (lo cual era fácil pues en todas las casas había una grabadora de doble casetera –Aiwa, por lo general– y yo siempre andaba el casete en cuestión en la bolsa).

Almas solas fue número uno porque así lo quisimos, porque nos encantó, porque no estábamos acostumbrados a que aquí se hiciera música de ese nivel. Chalo, Henry y Ricardo siempre serán el power trío por excelencia del rock tico y su separación fue lamentada en paleta.

Los años han pasado, conocí en persona a Henry y Richie y, finalmente, me hicieron caso (el rajón) semanas atrás, cuando los tres volvieron a subirse juntos a un escenario. El regreso no oficial de Índigo fue una celebración que viví pegado a la tarima, registrando con mi cámara un momento que esperé por años. Y sí, hay otros videos de Almas solas pero como este es mi blog el que les comparto es precisamente ese, el que grabé en una de las noches más felices musicalmente que he tenido.

¡Viva Índigo, jueputa!




Los 10 primeros lugares están cantadísimos, siendo el único misterio el acomodo. Pero para alargar el asunto, la próxima entrega no será sobre esa decena, sino un bonus track: un ejercicio de ajustar el listado al día de hoy, sacando 10 canciones que difícilmente entrarían si la encuesta la llenáramos en la actualidad y ocupé sus espacios con 10 temas "nuevos", salidos en los últimos dos años y que por su popularidad de seguro sí formarían parte de la centena actualizada. Desde luego que se trata solo del criterio del que escribe pero bueno... para eso son los blogs.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Vueltaenu presenta: Las 100 mejores del rock tico - Parte 8 (30-21)



Chepe: "Nuestros hijos lo harán bien"

Por dicha que no lo prometí, pues de fijo no lo cumpliré: el 2011 terminará sin que yo haga lo propio con esta lista. Así que paciencia, que será en enero del 2012 cuando el conteo conozco su final (esa es la fe, al menos).

Si hasta ahora llega a enterarse del ejercicio, entonces retomo los planteamientos teóricos: en el 2009 en el sitio web de Vueltaenu hicimos una votación para determinar cuáles serían las 100 mejores piezas del rock costarricense. Los resultados fueron determinados por la tabulación del voto popular y el parecer de figuras relacionadas desde distintos ángulos con la escena musical del país.

En junio pasado empecé a desmenuzar los resultados –hasta entonces archivados tras la eutanasia aplicada a VenU– y, cada vez que he podido, entrego una nueva decena de canciones, con mi respetiva parla para cada pieza. Sin ninguna sorpresa, Gandhi y Café con Leche/José Capmany son las bandas con mayor presencia en la centena, con siete canciones para cada una.

Les siguen Evolución con cinco; El Parque, Garbanzos y Bruno Porter con cuatro temas, y Hormigas en la Pared, Calle Dolores, Inconsciente Colectivo, Esimple, Kadeho y Modelo Para Armar, con tres aportes en su cuenta. Con dos canciones en el listado figuran Tango India, Akasha, 50 al Norte, Suite Doble, Parque en el Espacio, Índigo, Seka, La Nueva P, El Guato, Nada y Mekatelyu. Finalmente, 26 agrupaciones aportan un único tema a las 100.

Hey! Ho!, Let's Go

30. Salón K, Bruno Porter

Me disculpan que me quede corto de palabras sobre el trabajo de Bruno Porter pero, como ya he repetido en distintos foros, esta banda me provocó en aquel entonces cero matiz, lo que sin duda me coloca en una minoría de tarados que no supo captar el indudable talento del trío.

Fueron precisamente los músicos que participaron en este ejercicio quienes ubicaron a BP cuatro veces en la centena, dado que la banda tuvo poco impacto mediático o de difusión a mediados de los 90. Hoy Bruno es de las pocas agrupaciones de culto, con una vagoneta de respeto muy bien ganada a sus espaldas.



29. Patria o muerte, Calle Dolores

Sentado en una de las incómodas butacas del cine Variedades, en el 2001 cubrí el cierre de la edición de aquel entonces de la Muestra de Cine y Video Costarricense. No era el ambiente que me imaginaría para Calle Dolores pero ahí sonó esta pieza, como parte del excelente documental Algo queda, de Luciano Capelli y Andrea  Ruggeri, sobre los hijos de la revolución sandinista.

"Discordancia entre lo que los partidos políticos venimos diciendo y lo que hacemos", dice Chema, quien aportó, sin querer, su voz a uno de los temas más populares e icónicos de parte de la escena punk-ska del país.

Otra de las canciones que se hizo grande a partir de su acertada inclusión en el Tikici@ Rock de BMG y que al día de hoy sigue siendo igual de sabrosa para gritarla.

¿Dónde están viviendo?



28. El andamio del mundo, Solocarne

En mi conteo personal, siempre queda ubicada entre las cinco canciones más importantes del rock costarricense.

La primera vez que la escuché fue tras bajarla de Mp3.com, el mismo día que descargué de ahí tres canciones de Malditos de Verde... hace ya muchas lunas. Para ese entonces yo apenas empezaba a escuchar punk y  cuando me cayó la peseta de que Solocarne era un grupazo, la banda ya había decidido separarse. Afortunadamente, en el 2009 me saqué el clave con la reunión que hicieron para el chivo de Strung Out y está de más decir que casi lloro cuando sonó El andamio.

Con los años he tenido la oportunidad de conversar varias veces con Chepe (¡chavalazo!), a quien felicito por esta letra enorme, escrita en una época en que ninguno de los dos eramos padres aún pero que describe a la perfección los sentimientos que hoy embargan a cualquiera que crie un hijo en un mundo tan jodido.

Tranquilidad... nuestros hijos lo harán bien. Sé que así será.



27. Condición, Inconsciente Colectivo

El rock tico no tiene muchas power ballads... pero las que existen valen su peso en oro.

Condición significó mucho cuando empezó a promocionarse, a finales de los 90, por varias razones. Se trató del segundo sencillo del Pastillas antidepresivas..., uno de los álbumes más exitosos en la historia del rock tico y que para su época marco un récord en ventas.

En esa época Pato Barraza era LA estrella de rock, el rostro más visible y la voz más reconocida. Por eso, fue fácil ver multitudes (sí, de miles) coreando esta pieza con un romanticismo utópico, mientras los novios se la dedicaban y la pedían para grabar en Radio Uno (llegó al primer lugar en 94.7, que para ese entonces publicaba su lista en la Teleguía).

A mí no me encantó, posiblemente porque sabía que ese disco de Inconsciente Colectivo traía mejores canciones, como Se me puedo olvidar o No podrás. Aún así, siento un gran respeto por el tema y desearía que sonara más a menudo.




26. La historia salvaje, Café con Leche

En vista de que todos antes de los tres años ya  medio sabemos la letra de Los pollitos, esta canción estaba destinada a ser un éxito inmortal.

Montada sobre la música de The Doors, más parece una parodia que otra cosa, rasgo de por sí muy característico de la etapa inicial de Café con Leche, con aportes tanto de Jose Capmany como de Enrique Ramírez. Vale decir que aún no entiendo el empeño en borrar el aporte artístico que tuvo Enrique en el disco Rock, que incluye varios grandes éxitos del rock costarricenses de los cuales él es coautor, algo que Sony Music ignoró olímpicamente en las reediciones del material de Café con Leche y que organizaciones como ACAM bien harían en señalar.



25. Sin voluntad, Garbanzos

El perfil "divertido" de Garbanzos se pierde por completo en este tema: intenso, con una desesperación palpable, oscuro, perturbador.

El comienzo es una demoledora que no deja nada en pie a su paso y, en lo personal, es por mucho mi tema preferido de Garbanzos, popularizado también gracias al buen olfato de José Porras, quien metió este piezón en el Tikici@ Rock original.




24.  Quisieras, Gandhi

El pretil de la UCR estaba taquetado de gente, mientras cuatro flacos recién salidos del cole desgranaban sobre la tarima los temas que le darían forma a su disco debut, En el jardín del corazón. El concierto terminó y la gente pedía "otra" a gritos. A falta de más repertorio, los de Gandhi optaron por tocar de nuevo su canción más conocida.

Oh tiempos aquellos.

Quisieras fue el primero de muchos éxitos de parte del cuarteto y aún recuerdo como si fuera ayer lo mucho que la programaron en la finada radio Universal. La influencia de Caifanes en el tema es más que evidente, producto de una época en la que aún era normal que la banda tocara covers como La Negra Tomasa.

Quisieras fue la primera –más no la última– canción que me aprendí de Gandhi y me encanta que siga siendo una parte fundamental en los sets en vivo de la agrupación.




23. El universo es mío, Kurt Dyer

Era una noche algo fría de abril del 2004. Horas antes nos habían echado de Champs Elyssé, en medio concierto de aniversario de Esimple, por lo que buena parte de la asistencia se trasladó a la casa de Roy Quesada –en San Francisco de Heredia– para seguirla.

En la cochera de Roy, Kurt nos pidió a varios de los que estábamos ahí que escucháramos la pieza que acaba de escribir. Ese fue mi primer contacto con El universo en mío.

A partir de ahí la pieza cobró vida solita: era fija en los chivos de covers de Kurt; Nada la incluyó en su repertorio para sus conciertos tan-esporádicos-como-muerte-de-obispo, y en el foro de 89Decibeles se le declaró casi que el nuevo himno nacional.

Si bien es cierto existe una versión más "pesada" de parte de Nada, la que la mayoría recuerda es la toma acústica de Kurt en su primer avanzada como solista. Miguel Gómez tomó la pieza y la transformó en el tema musical de su ópera prima El cielo rojo, en el primer caso que recuerdo de simbiosis entre una canción y una película costarricenses.




22. Descriptar,  Akasha

En mis tiempos de redactor en Viva admito que en un inicio me dejé llevar por la resistencia que muchos sentían hacia los entonces chiquillos de Akasha. La primera vez que escribí de ellos fue en la crónica del festival Ecosistema Rock, en la que hice referencia a un chisme –que no me preocupé por confirmar– acerca de que el papá de uno de ellos protagonizó un berrinche épico en un concierto.

A los de Akasha les pasó lo mismo que al cineasta Esteban Ramírez: la escena les cobró ser fresitas, hijos de papi. La creencia generalizada es que como provenían de familias acomodadas, pues eso les quitaba credebilidad "callejera".

Hoy ya todos sabemos que esos estereotipos idiotas son pamplinas y que de poco sirve tener dinero si la música a nadie le gusta. Akasha es hoy una de las bandas de rock más populares del país, con una legión fiel de seguidores plagada de groupies de hueso colorado.

Descriptar sigue siendo, hasta el momento, su gran éxito. Si bien el título carece de un significado real en castellano, a la gente eso le entró flojo. En lo particular, prefiero el sonido que la banda tenía en este primer disco –mucho más crudo y pesado– que el más calculado rock pop de su segundo álbum.



21.  Azul,  Tango India

Uno a veces se pregunta: ¿Si Tango India no lo logró, entonces quién?

Razones puede haber muchas y la respuesta ya la brindó Juan Diego Villegas, en un conmovedor texto que publicó en su momento en Vuelta en U. Y es que en 1998, cuando el álbum debut de esta banda vio la luz, no parecía haber fuerza en la tierra capaz de detenerla.

Azul fue una sorpresa absoluta: una canción con todos los ganchos pop posibles, que innovó en la escena roquera al darle al violín un inédito papel protagónico. El video de Douglas Martin era todo un avance en comparación a lo que entonces se hacía y no hubo quién se le resistiera. Así de sencillo.

Al día de hoy debe de tratarse de una de las canciones costarricenses que más ha sonado, al punto de ser material de catálogo para cualquier emisora de corte adulto contemporáneo. Punto extra a su favor: es posiblemente la única canción de rock tico que mi papá –que tiene 64 años– reconoce, quizás porque partes del video están grabadas en el cementerio viejo de Escazú, donde están enterrados mis abuelos. De hecho, fue él quien me dijo que al señor mayor que sale en el clip le decían Memo Cachetes.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Vueltaenu presenta: Las 100 mejores del rock tico - Parte 7 (40-31)


Índigo: la tapa del perol
Lo siento: todos tenemos derecho a vacaciones profilácticas y por eso el recuento sufrió una pausa mucho más larga de lo normal. Ya no hago más promesas de cuándo terminaré de entregarlo pero al menos espero haber concluido la tarea antes del cambio de calendario.

¡Vamos al futbol!

40. Destino, Indigo

ADVERTENCIA: ver este video completo puede provocar trastornos visuales parecidos a los que sufrían los niños japoneses tras ver 10 minutos a Pikachú en la tele.

A Índigo le debo mucho, demasiado. Esta fue la banda que me motivó a entrar a la Fuji de la Calle de la Amargura y comprar mi primer álbum de música costarricense. El casete debut de este trío es sin duda una de las obras más influyentes en toda la historia del rock tico y al día de hoy son muchos quienes aún lo citan como una pieza de colección.

A mediados de los 90, justo cuando el movimiento de la música alternativa estaba en lo más y mejor, bandas como Bruno Porter, La Nueva P, Hormigas en la Pared y, desde luego, Índigo eran nuestros trapos de dominguear y eso fue notable en las listas de emisoras como Universal, precisamente la que hizo que tanto Destino como Almas solas fuera éxitos... sí, éxitos del tipo que llega a los primeros lugares de tanto que la gente llama por teléfono para pedirlos.

Guardo recuerdos muy gratos de las poquitas veces que vi a Índigo en vivo y desde entonces abrigo la esperanza de que Chalo, Richie y Henry se vuelvan a juntar, al menos una vez. Ya a Ricardo le he echado esa llorada como cien veces y a Henry se lo dije la primera vez que me le acerqué a hablarle (periodista pollito que aún actuaba como fan), en el baño del finado Q'tal, durante la presentación del Tikici@ Rock. El mae me sonrió con cortesía a pesar de que era evidente que yo solo era un borracho necio (esa noche me jumé horrible). Con Chalo nunca he hablado pero a los tres los respeto en paleta, pues musicalmente fueron la primera agrupación local de la que me sentí realmente orgulloso.




39. El panteón, Garbanzos

Un tema divertido y que, de nuevo, refuerza mi tesis sobre la dominante naturaleza etílica que caracteriza al repertorio de los Garbanzos.

El panteón fue otra de las canciones que se tornaron en clásicos, una vez que la disquera BMG lo seleccionó para ser parte del compilado Tikici@ Rock, sin duda uno de los discos más importantes del rock nacional.

Esta versión en video fue grabada por mi compañero Damián Arroyo, en noviembre del 2008, en el concierto Costa Rock. En esa época en Vuelta en U cubríamos prácticamente todos los chivos que se celebraban, esfuerzo del que me siento bastante orgulloso. Es más, al final del video pueden ver una animación "sello" que contiene muchos de los títulos de las secciones que tuvo el periódico en sus primeros y memorables meses de vida.



38. En el éxtasis, Evolución

Solo alguien como Balerom podía empezar una canción con una línea tan memorable como "Reiré en tus nalgas".

En el éxtasis retrató desde un inicio a Evolución: las estructuras líricas inesperadas, la ausencia de coros pegajosos, letras encaradoras aún cuando aborden aspectos sentimentales, una felicidad macabra en medio de una intimidad espesa. Y si bien el trío ha logrado canciones más exitosas desde entonces, para mí esta sigue siendo su pieza fundamental, la infaltable, la que lo define.




37. Arigato, Gandhi

El primer sencillo tiene que ser EL SENCILLO. Que lo diga Gandhi.

Cuando el Arigato No! finalmente vio la luz, a inicios del 2009, Gandhi vivía un momento extraño. Su anterior disco, el Ciclos, quedó debiendo, sin que aún esté claro por qué (pues se trató de un gran trabajo); tres de los integrantes de la banda estaban muy realizados con otros proyectos musicales, y agrupaciones más jóvenes venían pisándole los talones para hacerse con la cima del rock local. Y eso hace aún más importante el efecto Arigato.

Con un título japonés que poca relación (aparente) tiene con la pieza, Arigato fue un golpe demoledor, una patada en los meros-meros, una bofetada que nos recordó por qué la historia del rock tico se cuenta en un antes y un después de Gandhi. Puro rock and roll.

"Es así como se escriben las historias que queremos contar"... líneas proféticas, sin duda.

Nunca he ocultado mi cercanía, forjada con los años, con los integrantes de la banda, quizá porque son cuatro maes tranquilos, con los que siempre es fácil trabajar. Además, Arigato me resulta aún más cercana pues para Vuelta en U hice una crónica del particular rodaje del videoclip, que se grabó, por coincidencia, a menos de un kilómetro de mi casa.




36. Duerme en mi piel, Kadeho

DDM fue una disquera bastante oportunista, que firmó bandas luego de que estas hacían el gasto de darse a conocer solitas. La excepción la marcó Kadeho, el único grupo que esa compañía logró darle un desarrollo de producto discográfico completo.

La banda "porteña" (solo los hermanos Brenes eran de ahí) resultó un debutante de lujo allá por el 2001, cuando muchos nos vimos sorprendidos por su actuación en el Rock Fest. Posteriormente, Ernesto Aducci y DDM se aliaron para producir un disco con material de las bandas que actuaron en ese chivo, y fue Duerme en mi piel el tema que se promocionó (sin video), a manera de calentamiento para el cercano lanzamiento del álbum debut del cuarteto.

Si bien Sola llegó a ser la canción más difundida de Kadeho, Duerme en mi piel fue su carta de presentación. A la fecha sigue siendo inamovible en el repertorio de Mechas, quien con todo derecho incorporó estas canciones en su faceta de solista.




35. Wachico, Hormigas en la Pared

Es inevitable: no han pasado dos segundos del riff introductorio y las ganas de volar patadas me dominan.

Wachico fue la banda sonora de algunos de los mejores slams en los que tomé parte. Eran mis primeros años en la UCR y Hormigas era la banda a ver en los conciertos de Semana U. Frank tenía el pelo como Amanda Miguel pero aún así lo respetábamos, en gran parte porque tenía una canción que incluía la palabra "hijueputas".

El tema cuenta, para sorpresa de muchos, con un video oficial, grabado en Cus con la colaboración (ojo) de Mario Giacomelli y Rooper Alvarado. No lo posteo acá porque no está en el tubo, aunque vale resaltar que la búsqueda "wachico" sí ofrece resultados interesantes.



34. Abrime tu corazón, Modelo para Armar

No es aventurado decir que Abrime tu corazón fue el primer gran éxito del rock nacional, por muchos motivos. Primer videoclip nacional en emitirse por MTV, la canción lo tenía todo para pegar: un frontman carismático como Maissonave, una melodía pegajosa, muy fresca y desvergonzadamente pop, todo lo bueno de los estereotipos musicales de los 80 y una letra sencilla y que le llegaba a cualquiera que supiera de amores adolescentes.

Hoy es lógico que suene algo "viejita" pero sigue siendo una canción redonda, musicalmente impecable y que deja claro como, desde sus inicios, Mario, Bernal, Chalo, Carlomagno y Rafa sabían a lo que iban.



33. Todo en su lugar, Distorsión

"OK, está bien"

De las canciones más antiguas del listado, Todo en su lugar resultó una canción bastante avanzada a su época. En esto creo que mucha responsabilidad la tiene ese virtuoso de la guitarra que es Alberto Chaves, cuyos solos son demoledores, brutales, absolutamente deliciosos. Y sí, ese que canta es, de nuevo, Mario Maissonave, a quien me hizo falta verlo en la centena con Mientras Hollywood duerme, la mejor canción que ha lanzado como solista.

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32. Erase, Parque en el Espacio

Segundo aporte de PEEE a la lista de 100 canciones. En lo personal, Erase es su pieza que más me llega. Acá, el cuarteto de Zurdo, Wash, Abel y Camilo roquea duro, sin contemplaciones, lo cual se agradece dado el perfil bastante melancólico que tiene buena parte del material de la banda.

El video, que es muy bueno, se grabó en el Volcán Irazú, donde es muy probable que, 20 años atrás, Distorsión hiciera lo mismo. Bella coincidencia.




31. Seca roja reja, Gandhi

Seca roja reja viene a ser para Gandhi algo parecido a lo que Yellow Ledbetter es para Pearl Jam: un tema que, sin nunca haberse promocionnado como sencillo, es infaltable, místico, casi mágico y que potencia en los conciertos la estrecha relación entre banda y seguidores.

Con una letra bastante ambigua que puede interpretarse de muchas maneras, SRR es una canción hecha para ser disfrutada en vivo: hace poco escuché la versión original que viene en el disco y me asombré de lo mucho que ha crecido a fuerza de oírse en directo. Inolvidable la interpretación que hizo la banda en el Festival Imperial 2008, por todos los motivos.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Capmany 10: sus 10 mejores canciones



Inoportuna, como siempre, la muerte se llevó a Jose Capmany justo cuando su ya extensa carrera alzaba vuelo en la dirección que él quería. Fuimos los demás quienes atestiguamos su paso a la categoría de leyenda, no por haber perdido la vida de manera prematura, sino porque su obra se sostiene sobre los hombros de un artista gigante.

El 13 de octubre del 2001 el rock tico recibió un golpe demoledor: el roquero más roquero que existió murió en un accidente de tránsito, en el Cerro de la Muerte, y su cancionero de folclor urbano costarricense quedó inconcluso, a la espera de no sé cuántas más buenas piezas que estaban en el tintero, prestas a  que Jose les diera voz y fuerza.

Si bien por mi trabajo he logrado entablar buena amistad con muchos músicos locales, con Capmany no pasé de un trato profesional. Bueno, aunque ni tanto, pues siempre fui fan de su música, siendo Café con Leche el primer grupo de rock que vi en vivo, en un ya lejano 1989, en el gimnasio del Liceo de Curridabat.

Antes de ingresar a la prensa, tuve un paso breve por Radio U, emisora universitaria de la que Jose era visitante frecuente. Recuerdo muy bien un episodio en que mi "jefe" de entonces, el crítico de música y productor Alberto Zúñiga, discutía con Jose por las cuñas que él grababa para unos chivos que daba en el finado bar Patagonia. Las cuñas eran voladísimas, con Jose casi que recitando un poema para invitar a la gente a su espectáculo. Yo, al margen, gocé bastante su argumentación.

Ya en mi oficio de reportero, varios fueron los conciertos de Capmany que cubrí, siendo el más memorable el del 18 de setiembre de 1999, en el Auditorio Nacional, que sirvió de base para el disco Canciones cotidianas y cuya crónica publiqué en Al Día. Cuando pasé a La Nación lo entrevisté un par de veces, incluyendo cuando el CC vio la luz.

Me tocó cubrir su funeral, del cual al final en el periódico solo salió una foto. En Vuelta en U la junta de un buen poco de fiebres de la música local permitió que le dedicáramos buen espacio a la obra de Jose, llegando al punto de que el Canciones cotidianas ganó la encuesta que hicimos en el 2008 sobre los 100 mejores discos del rock tico.

La última vez que escribí de Capmany a fondo fue en marzo del 2009, a propósito de los malos oficios de Sony Music, empresa de la que Jose tenía los peores recuerdos y que, sin embargo, buscó hacer negocio con la reedición del CC.

Mañana, 13 de octubre, se cumplen 10 años de ausencia física de Jose Capmany. Y sí, en lo personal lo echo de menos: sus espectáculos eran únicos e irrepetibles, con repertorios llenos de sorpresas y habladas.

Su obra no tiene rellenos ni piezas flojas. Sin embargo, si de escoger las 10 que más me llegan se trata, esta es mi selección.

¡Arriba, Jose!

10. La historia salvaje

A pesar del playback, de las güilas bailando horrible, de Nancy Dobles haciendo feo en extremo, a pesar de A todo dar, Jose roqueó La Carpio en esta presentación.



9. Guantanamera

El cubanísimo cover de Café con Leche. Lo escuché por primera vez en mi walkman, mientras estudiaba en la biblioteca de la UCR, en 1994. La gente alrededor mio no entendía por qué estaba cagado de risa...



8. Un lugar

El gran éxito de la etapa solista de Jose. Puro optimismo, algo que a él le sobraba.



7. Oiga pito

Rock con enjache, legítimo In your face. Felicitaciones para el autor del video: quedó como anillo al dedo
.


6. Vas a encontrarme
Otra pieza enjachadora, en la mejor vena roquera de Café con Leche. Aún no entiendo por qué en el video Richie Nieto sale de espalda...



5. Mundos pequeños

La power ballad de Jose: demoledora...



4. Maletón

El legítimo folclor urbano costarricense, como el mismo Capmany clasificó esta canción.



3. Al final

La versión del 2001 de este tema es una obra de arte. Lástima que se editó de manera póstuma.



2. Si te veo

La mejor pieza del Un día cualquiera. La escuché varias veces en conciertos de Semana U, incluso con Mauricio Pauly como bajista y en los coros.



1. Hombre

Poema de Jorge Debravo musicalizado por Jose y que siento que lo retrata como artista, como persona...
como hombre.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Vueltaenu presenta: Las 100 mejores del rock tico - Parte 6 (50-41)

Mod Ska: al que le guste que lo baile...
Digamos que esta es la segunda parte de este informe, después de una semanas de pausa. De acá en adelante, prácticamente casi todas las canciones son referentes inamovibles del rock costarricense (digo yo)... ustedes dirán si coinciden.

Y solo para retomar la metodología: esta lista es producto de una encuesta que realizamos desde el sitio web de Vueltaenu.co.cr, cuyos resultados nos habíamos quedado sin revelar tras el cierre de la página. Los resultados se obtuvieron tanto del voto popular como del voto especializado de un panel de figuras relacionadas con la escena de música local, las cuales votaron con una mecánica aparte.

50. Esclavo, Evolución

Creo que esta fue la pieza que terminó de consolidar a Evolución entre el gran público. El título Absorbiendo la magia siempre me sonó medio ñoño pero es lo único malo de un álbum genial y que recibió una buena difusión, en gran parte gracias a Esclavo. La pieza sonó bastante en las radios (la recuerdo en 979, que era la que yo escuchaba en aquel entonces): una canción pesada, muy amarga, de corte social corrosivo. Cualquiera que se diga medianamente fiebre del rock tico tiene que sabérsela de memoria... no tiene quite.




49. Raquel (Maquillaje para el alma), Modelo Para Armar

Primera de las dos canciones en esta lista dedicadas a una mujer específica. No sé quién es Raquel (¿algún periodista que se apunte a averiguarlo?) pero en su honor se grabó el primer acercamiento tico al género de la power ballad. Modelo Para Armar perfeccionó el concepto del rock pop en el país y se subió con temas como Raquel en la fiebre de música nacional salida del acetato que se disparó desde programas como Hola Juventud. Los buenos viejos tiempos.




48. A Waste of Time, Anemonah

Una canción que entró al legítimo calor del momento. En el 2009, cuando realizamos esta encuesta, Anemonah era la banda en boga, de la que todos hablaban, lo más tuanis si uno andaba en el patín electro-indie. Y es por eso que creo que A Waste of Time se coló en la lista. Desde luego que Anemonah me parece un chuzo de banda y esta pieza es uno de sus mejores momentos pero también es de esos temas que no soportaría la prueba del tiempo si el sondeo se hiciera hoy. Este caso me recordó a las encuestas que se hacían hace 10 años, en las que Eminem salía como el artista de hip-hop más grande de todos los tiempos.



47. It's Your Life, Parque en el Espacio

Este país vive una contradicción enorme: consumimos muchísima música en inglés pero no somos especialmente tolerantes con las bandas locales que cantan en ese idioma. El inglés era hasta no hace mucho un idioma que solo era aceptable para las bandas de metal, absurdo que afortunadamente cambió con casos como los de Nada, The Movement in Codes y, muy especialmente, Parque en el Espacio. La banda de Zurdo fue la primera angloparlante en consolidarse más allá de la escena indie, siendo sin duda It's Your Life su tema más conocido (al menos en mis registros mentales). Yo a PEEE empecé a poner atención algo tarde, quizá porque era inevitable el pararle oreja a un grupo del que todo el mundo hablaba... y tenían razón. Aún sigo esperando el día de ver a PEEE en ligas más competitivas: se lo merece.


46. Quiero más, Porpartes

Porpartes es, desde mi punto de vista, el resumen de todo lo malo que trae el "éxito". Quiero más fue su debut, su banderazo de salida, su primera probadita... ¡y pegó en puta! Macho Salazar se tornó de la noche a la mañana en el güila ídolo de las adolescentes locales, la canción era el primer éxito de pop juvenil "tipo Hanson" que aquí se hacía y Universal Music convirtió a Porpartes en su primer artista costarricense. Y ya, eso fue todo.

Bueno, en realidad hubo más, mucho más: el grupo dejó de ser tal y se convirtió en el proyecto personal de Macho; siguieron años de silencio; Porpartes grabó un segundo álbum; obtuvo la única nominación a un premio Grammy (latino, pero Grammy al fin) para el rock costarricense; los pusieron en la tarima principal del Festival Imperial... y ya. Bueno, no, Porpartes es hoy parte del competitivo circuito colegial.

¿Fue todo esto buena o mala suerte?, ¿muy buenas patas?, ¿un grupo que se sabe mover en las esferas correctas?, ¿una suma de todas las anteriores? La verdad no tengo idea pero el tema de Porpartes merece un análisis casi académico. Aún así, no se puede quitar que Quiero más es una gran canción y no se me cae un brazo por decirlo. Lastimosamente solo encontré esta versión terrible grabada en un cole pero prefiero eso mil veces que a Macho cantando la piecita de Teletica :P




45. Dirty Rainbows, Nada

Hasta aquí llega la participación de Nada en el listado, en el cual colocó bajo su nombre dos canciones... sí, eso quiere decir que otra pieza de la banda queda por ser mencionada más adelante pero con distinto intéprete (¿o es el mismo?).

Dirty Rainbows era introducida en los primeros chivos por Kurt como "este mae no sabe hablar español" y señalaba a Marcos. Y, efectivamente, el señor Monnerat uso esta canción para presentarse como letrista, oficio que ha perfeccionado en TMiC.

El rock alternativo de los 90 que nos llegaba del norte sonaba así y creo que eso fue lo que ayudó a que la canción tuviera tan buena acogida entre los nadaheads. A mí siempre me pareció un punto alto en los conciertos del cuarteto, pues empezaba suavecito y terminaba en una descarga épica, merecedora de un video de Samuel Bayer.




44. Ska de corazón, Mod Ska

Ska de Corazón es, para efectos del rock nacional, el equivalente de los maes de Italia 90 cantando Lo daremos todo. Esté donde esté, un costarricense no puede evitar reaccionar ante esta pieza, aunque no la conozca. Esto, desde luego, se debe a la inclusión de un fragmento de El punto guanacasteco, tema tradicional cuya traducción al ska resultó un éxito rotundo.

Ska de corazón es sinónimo de una época feliz para el ska criollo, cuando bastaba levantar una piedra para encontrar abajo una nueva banda de ese género. Los slams eran brutales, las cervezas corrían descontroladas, la gente la pasaba bien y uno iba a los chivos a bailar. Pensar en un regreso de Mod-Ska no suena tan descabellado... al menos eso me dijo su bajista, Gino Blando, un par de meses atrás, cuando nos conocimos en la venta de autos en la que él trabaja. Ojalá.

Recuerdo como, hace una década, un día en la casa de Mario Miranda vi una caja llena de copias del Hermanos, una de las cuales está hoy resguardada bajo siete candados en mi casa. Tener originales este álbum y el Simples frases, de Calle Dolores, son dos de las joyas de la corona en mi nada despreciable colección de discos de música costarricense.



43. No mentimos, Seka

La canción insignia de Seka en vivo. Y sí, a estos turrialbeños les creo cuando dicen que no mienten, pues esta banda es de las que más consistencia ha mostrado en su mensaje a lo largo de tantos años. Seka en los conciertos no solo dice sus verdades, sino que le restriega en la cara a nuestros líderes sociales todas sus mentiras. Seka siempre me devuelve la fe... siempre.



42. Egocéntrico, Adaptados

No contento con liderar el que en su momento fuera el grupo ska más popular del país, Jose Coto decidió que también quería cantar en una banda punk... y se rodeó de la mejor compañía para lograrlo. Adaptados fue una agradable sorpresa cuando vio la luz, en el 2003, pues juntaba a Coto con Wash y Kurt Dyer, además del entonces debutante Gustavo Cordero. “No estamos buscando vender respuestas sino hacer música que se deje oír. Igual tampoco pretendemos calzar en una escena sino tocar para los que nos quieran escuchar”, explicó Coto en una entrevista que les hice por aquella época.

Egocéntrico ha sido su tema estandarte y eso explica el  que si una pieza suya tenía que estar acá, fuera precisamente esta. Si de mí dependiera, hubiera preferido incluir a Un día, la primera canción que les escuché y en la que el juego de voces de Jose y Kurt era una delicia.



41. Laura, El Parque

Otra pieza dedicada a una mujer. No sé quién es Laura pero espero que se sienta muy honrada, pues este tema fue el gran éxito del disco debut de El Parque, con la particularidad de que pegó más en Panamá que en Costa Rica. Hoy es inamovible en el repertorio de la veterana banda, sobreviviendo al paso de tres distintos vocalistas y de los años.