lunes, 27 de junio de 2011

Esteban Alvarado hizo las de Melquiades


Cuando vuela como pato, camina como pato y nada como pato... ¿es pato?

Esteban Alvarado cantó viajera y nos dejó la pregunta flotando en el aire.

La única estrella en el inmaduro equipo que Ricardo La Volpe lleva a la Copa América puso pies el polvorosa, solo un día después de que se presentara en su contra una denuncia por supuesta agresión, de parte de una mujer con la que convivió varios meses.

El sábado, cuando me contaron que el portero había salido del país, en mi completa ingenuidad lo primero que pensé fue que el jugador, atajando la posibilidad de que hoy se le dictara la medida cautelar de impedimento de salida, agarró un avión antes de que eso sucediera para no perderse el torneo en Argentina. Desde luego que al exponer tal argumento mis interlocutores se burlaron buen rato, pues todos ellos desde el inicio entendieron que el mejor arquero del pasado Mundial Juvenil lo que buscaba eran los goces de Europa.

¿Es Esteban culpable de lo que se le acusa? No tengo ni idea y para establecer eso falta un proceso que, en vista de su partida, pinta hoy más dilatado y escandaloso. El joven deportista no rompió ninguna ley al salir del país –legalmente nada se lo impedía– pero sin duda su apresurado viaje a Holanda no habla muy bien en su defensa.

Hoy el juzgado decidirá si el caso procede o se desestima. Si prosperara la denuncia, el portero se expone a que en su contra se emita una orden internacional de captura... con la desventaja, para él, de que todo el mundo lo conoce y sabe dónde localizarlo.

Dice uno de sus abogados hoy en La Teja que Esteban no salió huyendo, sino que tomó el avión para ir a explicarle a sus jefes en el equipo holandés AZ Alkmaar sus enredos legales y que "luego vendrá para afrontar la causa". Ajá.

La presunción de inocencia es una de las bases de cualquier sistema legal. Sin embargo, qué duro creerle a alguien que, al primer aspaviento, hace las de Melquiades... y sale por la derecha.

Aquí un video de Esteban en Holanda... donde dice que quiere quedarse como 12 años, aunque extraña el rice and beans de su mamá.


miércoles, 22 de junio de 2011

Vueltaenu presenta: Las 100 mejores del rock tico - Parte 2 (90-81)

Seka: el grupo más perro del país

Gracias por su sintonía, en caso de que ya pasaran por la primera parte de este especial. Como habrán notado, la frecuencia de publicación de las entregas es indefinible, pues cae en la categoría "cuando tenga tiempo". Aún así, la fe es al menos compartirles una decena de canciones semanalmente.

Vale el espacio para agradecerle a Manuel Montero, quien desde su excelente programa El chivo, de radio 104.7 Hit, mencionó este esfuerzo y lo recomendó. Manuel es un gran tipo y de los maes con los que más disfruto hablar de música nacional.

Cumplido el protocolo, entremos en materia.

90. Contraproducente, Nada

Primera de las dos apariciones en la lista de uno de mis grupos locales predilectos y que, definitivamente, estaba para más, para mucho más.

Fui, soy y seré un nadahead, primero porque los cuatro integrantes de esta banda son gente excelente y que aprecio en paleta y, más importante aún, porque su música me pegó durísimo desde el inicio.

En el Rock Fest del 2003 conocí en persona a Kurt Dyer, aunque ya habíamos interactuado antes en el foro de Filtrocr. Ese día Kurt estaba medio achantado, dado que a Nada le dieron el puesto abridor del festival y poca gente los oyó... ¡el mae se moría por darle ante un llenazo!

Los llenazos llegaron y de qué manera. A pesar de ser un grupo indisciplinado, intermitente y vago, Nada llenaba cualquier chante. Eran los años gloriosos del foro de 89decibeles (nos la creímos tanto que luego nos autonombramos "vieja escuela") y Nada era la banda chineada, de la que nadie hablaba mal, la que era casi obligatorio seguir.

En aquel contexto, Contraproducente era uno de los puntos altos de sus presentaciones (y es que duraron taaaaaaaaaaaaantos años en sacar su bendito disco que Nada se tornó más bien sinónimo de la experiencia en vivo). Yo amo ese concepto que muchos entendimos y compramos como "rock alternativo" y Nada siempre me sonó a eso.

La letra creo que solo Kurt la llegó a entender del todo... bueno, y José Esquivel, quien hizo un inigualable análisis semiótico el 16 de julio del 2004 (compas, estamos viejos).



89. Mundoloco, Modelo Para Armar

Modelo Para Armar fue, sin saberlo, el primer gran súper grupo de Costa Rica. Hagan la suma de estos nombres y entenderán lo anterior: Mario Maissonave, Bernal Villegas, Gonzalo D'Trejo, Rafa León y Carlomagno Araya/Gerardo Mora.

Hoy, con tanta música en actitud in your face, un rock como el de MPA nos sonará inocente, incluso superficial. Pero ubiquémonos a finales de los 80, cuando la radio era la que imponía los éxitos musicales, era entendible que una tienda se llamara LP45 y los artistas foráneos dominaban nuestros gustos. Fue en ese contexto en el que MPA pegó, a pesar de tener a toda la lógica del mercado en contra.

Mundo loco es un tema roquero, eso no tiene quite, con mucho de new wave y Soda Stereo. El solo de Bernal es de los primeros indicios del genio que se convertiría desde la guitarra y Mario demuestra que, más que el primer rockstar criollo, siempre debemos recordarlo como un cantante de lujo.



88. Ser normal, Mal de Patria

¿Quiénes? Sí, Mal de Patria no es una banda de dominio para el gran público, lo cual hace aun más meritorio el que esté en el listado.

Un grupo de punk con pitos. Así fue como se autodefinió en su momento esta agrupación, muy gustada en la escena under y que su buen poco sonó en Radio U. Su montaje en vivo siempre se caracterizó por la intensidad y el ocurrente vestuario de sus integrantes. Y no estoy seguro si es correcto que hable de Mal de Patria en tiempo pasado, pues ignoro su suerte (en Myspace aún siguen en línea).

Esta versión de Youtube de Ser normal suena bien mal y está incompleta, pero les da una idea de la locura que hacía este gentío en concierto. Si quieren más datos de su homónimo disco de tiraje limitadísimo, lléguenle por acá.



87. Wall of Pain, Sight of Emptiness

La pieza más pesada entre las 100 y única presencia del que ha sido el grupo metal tico con mayor proyección internacional de la última década.

SOE hace música extrema, difícil de programar en las ya de por sí cerradas radioemisoras nacionales y de perfil poco comercial. Y nada de lo anterior le ha impedido trascender, ser reconocida, ser un nombre referente de la música costarricense. Puede ser que a uno no le guste el tarro pero hay acuerdo generalizado en que SOE es de lo mejor que ese género ha producido en el país.

Wall of Pain es de sus temas más populares entre la cholada. Escúchenlo y lo entenderán todo.




86. Cartas marcadas, Akasha

Al igual que Percance, Akasha es otro grupo que tendría una presencia muy diferente en esta encuesta si se hubiera realizado en meses más recientes. Y, aún así, cuando lanzamos la votación, en el 2009, se contó entre  los grupos más votados por el público, aunque no tanto por los expertos consultados.

Cartas marcadas es uno de los dos sencillos de su álbum debut aquí incluidos y, en mi opinión, una de sus canciones más poderosas (me gusta mucho más que, por ejemplo, la reciente Alunizar).

Si tengo que escoger, me quedo con el Akasha de aquel primer disco, con un sonido más crudo y pesado que el actual, más pulido y calculado para coquetear con el rock pop.



85. 7, Sintagma

La canción con el título más corto de la lista viene a ser también la única presencia de Sintagma, grupo que al momento de elaboración de esta encuesta acababa de anunciar su desaparición. Hasta ahí llegó su podergaspicha.

El primer Sintagma fue el que grabó "7".
Sintagma es una banda que vino de menos a más. Se cuenta entre los grupos jóvenes que se lanzaron desde el finado Escondite, aquel recordado bar de Santa Ana, junto a otras bandas contemporáneas como San Lucas y La Quinta Esencia.

La agrupación de metal (que nunca fue tarro, sino más bien tirada hacia lo alternativo) vivió dos etapas, con cambios sustanciales en su formación y sonido, aunque siempre gravitando alrededor de sus dos figuras de más peso (literalmente): José Soto (batería) y Ricardo Chamberlain (guitarra). 7 data de la primera época, con la voz de Randall Aguilar y el bajo de Fabián Mata. Creo que su trascendencia se debe –al igual que en el caso de 500 años, de Mandrágora– a su inclusión en el disco compilado del Rock Fest 2001, que tuvo mucha difusión y ventas.

Sin embargo, yo me quedo con el segundo Sintagma, el que incluyó a Vinicio Barrantes y Jacobo Chaverri. Fue con ellos que el cuarteto grabó Vestigios, uno de los mejores discos de metal hechos en nuestra aldea Ticolandia, y que, lastimosamente, vio la luz cuando la banda ya era pretérito. ¿Lo quieren? Bájenlo por acá, que es gratis.

En cuanto a 7, me quebré la cabeza tratando de buscar alguna versión embedeable pero qué va (ni Chamber me pudo ayudar). Una grabación distinta y mejor breteada a la del disco del RF viene en el álbum debut de la banda, D100DDAI. Pueden escucharla por acá.


84. Amarily Love Reggae, Mekatelyu

El clarinete de la intro, ¿quién no lo reconoce?

Johnnyman empezó a construir su leyenda con este tema, al punto de que han pasado 12 años desde su lanzamiento y aún es inevitable moverse a su compás y captar la vibra positiva de la canción.

Previo a Amarily Love Reggae, el reggae roots tico era invisible, a menos que contemos los covers de Baby Rasta. Fue hasta que llegaron Johnny, Gabo, Goyo y Pablillo que se desató la fiebre por ese género musical, al punto de que hoy tenemos más bandas de roots que cantantes de reggaetón (bueno, en realidad no hay cantantes en el reggaetón).

Mekatelyu empezó como un cuarteto, con la fama se tornó en una tropa de más de 10 almas y en tiempos recientes terminó reduciéndose al acto solista de Johnnyman. Y, sin importar la modalidad de turno, esta canción siempre seguirá vigente.



83. Oiga pito, Café con Leche

Esta canción es la síntesis del acto de comedia musical que fue Café con Leche en los inicios.

Lenguaje coloquial, menciones gastronómicas (ceviche, arreglados, empanadas) y esa entonación pachuca que solo a Jose Capmany le ha salido tan bien. Ah, y además con un buen mensaje de fondo.

La escuché en vivo en 1989, en el gimnasio del Liceo de Curridabat. Yo, con 12 años, estaba en sétimo año y aquel era mi primer concierto de rock (tamaña llorada me pegué para que me dejaran ir). Café con Leche se presentó aquella noche y no olvido a Jose rodando por el suelo, hecho un colocho con la guitarra, y gritándonos en la cara que no fuéramos mediocres. Esa noche quedé enamorado del rock and roll.



82. Blankanieves, Xpunkha

Me duele que esta sea la única canción de Xpunkha en colocarse en la lista, pues es de esos grupos por los que siempre me puse la camiseta de fan.

Blankanieves es una canción de amor y su letra es puro dolor. Se trata, sin duda, no solo de unos de los mejores temas de Xpunkha, sino también la muestra perfecta del gran letrista que es Lukrezia Snakepit Mindless.

Lukrezia es quizás el mejor showman del país: un mae que, literalmente, deja la sangre en escena. Las primeras versiones de Blankanieves tenían la estrofa acústica a cargo de Huevo Da Weed, tarea que después fue asumida por Markony Della Mafia.

La versión que les adjunto me es especialmente significativa, aunque no por los motivos correctos: fue grabada en un chivo de aniversario de Punto de Garaje, en Terramall, mismo en el que un hijueputa de seguridad casi me arranca la cabeza, al sacarme del cuello del concierto por haber ingresado con un alimento "no autorizado".



81. No vuelvo mas, Seka

¿Hay canciones que les lleguen tanto como para casi hacerlos llorar? Pues bien, eso me pasa con No vuelvo más.

Seka ya la había lanzado en versión punk en el Cantar opinando, del 2002, pero ni ellos ni nosotros sabíamos aún que la canción definitiva saldría hasta el 2004, cuando vio la luz el Sesiones acústicas. Con influencias enormes del country, No vuelvo más se tornó un clamor imposible de olvidar. "Yo aprendo de la vida y de todas las alegrías que me dan mis amigos" es solo parte de una letra enorme, que al oírla me provoca salir corriendo a abrazar a mis compas de toda la vida, los mismos con los que aprendí lo que en serio vale.

No vuelvo más me hace sentir que sí se puede, que lo que viví sentado en una acera o en el parque de Curri es mucho más valioso que toda la basura que tratan de vendernos las figuras de poder. No vuelvo más es la que me reafirma que contra Rodrigo Arias y Ángel San Casimiro sí hay respuesta.


lunes, 20 de junio de 2011

Alvaro Saborío: el pararrayos de nuestra mierda


Todas nuestras frustraciones como país, nuestros devaluados sueños de  grandeza y nuestros complejos de babana republic que se las tira de gran cosa. Todo lo que no nos sale bien en nuestros trabajos y en nuestras vidas sentimentales... toda nuestra rabia interna, esa que nos da colitis y migraña, la descargamos el pasado fin de semana en una sola persona.

Alvaro Saborío es hoy el pararrayos de nuestra mierda.

Saborío no anotó dos penales y eso bastó para cargar sobre él todos nuestros fracasos futbolísticos. Por culpa de "esa perra" no cumplimos la meta de ganar la Copa de Oro, clasificar a la Confederaciones y partirle el hocico a Brasil. De no ser por Saborío, hace rato seríamos los reyes del orbe futbolero.

Cierto: Saborío es un delantero, le pagan para meter goles y eso es lo que mejor sabe hacer. Y sí, me parece casi inaudito que fallara dos lanzamientos desde los once pasos en un mismo juego, pues botar penales nunca ha sido uno de sus fuertes (volarla desde cualquier otro punto de la cancha sí le sale mucho mejor).

Pero Saborío no tiene la culpa de que el futbol de Costa Rica sea una mierda. Esa culpa es de todos, empezando por la peor dirigencia del mundo, pasando por una prensa deportiva que da miedo por mediocre y terminando en todos nosotros, los fanáticos menos leales y más puñales del planeta.

Piénselo: a usted Alvaro Saborío nunca le ha hecho nada malo. Nunca ha hecho nada que perjudique su calidad de vida ni la de sus seres queridos. Sin embargo, los ticos somos unos enfermos de (mal) futbol que castigamos con una ira desmesurada a todos los jugadores que marquen un autogol, cometan un penal o la vuelen estando solos frente al marco.

Estoy seguro que Alvaro Saborío no falla penales ni otros tiros a propósito y que la mayor bronca con este tema la tiene él mismo. Patear bien la bola es su trabajo y si no es bueno en eso, pues consecuencias tendrá en su carrera profesional.

Igual sé que Hermidio Barrantes no dejó a propósito que le metieran los cuatro goles que cortaron el sueño tico de Italia 90. Y, aún así, cuando aquella Sele épica volvió al país, a Hermidio le gritaron de todo en el aeropuerto, lo amenazaron de muerte y no pudo acompañar al resto del equipo en el desfile triunfal. No, a él, al que debió sacar la bola cuatro veces de su marco, lo obligamos a irse escoltado, en el carro del presidente de turno, ajeno a una fiesta y echándole encima un inmerecido karma que lo acosó el resto de su vida futbolística.

Pastor Fernández hizo todo lo contrario a Saborío, pues sí anotó y el gol más importante de la modesta historia del futbol tico. ¿Y para qué le sirvió?

El futbol hace estúpida a la gente. Ayer, un autogol le costó la vida a Andrés Escobar. Hoy, no anotar dos penales le costó a Alvaro Saborío ser declarado el enemigo público del país.

Y declarar a un deportista nuestro "enemigo" no solo es estúpido, sino también inmerecido, cuando la calle está llena de personajes que sí han hecho "méritos" para recibir nuestro escarnio y condena; figuras cuyas acciones sí han significado un daño al país y que no pueden provocarnos menos que indignación y censura.

Usted puede considerarse oficialmente jodido si siente más rabia hacia Alvaro Saborío que hacia Rafael Ángel Calderón, Minor Calvo, Maureen Ballestero, Fernando Sánchez o los gemelos Salas, por mencionar solo unas cuentas figuras que en su momento han pedido el apoyo del pueblo para luego corresponder con acciones que distan mucho de ser transparentes. Esa cólera que siente contra Saborío mejor canalícela hacia los cinco diputados que quieren hacer trampa y aumentarse sus pensiones de docentes; los obispos que esconden curas buscados por la justicia y hacen intermediación financiera ilegal; los presidentes ejecutivos que se van de paseo con sus novias con dineros públicos; los empresarios que "producen" conciertos y, tras pelársela, le echan la culpa al artista; los periodistas que cobran por menciones en pasquines de farándula... Es más, si usted es de los que tanto se preocupa por el importantísimo futbol costarricense, entonces vaya y reclámele a Minor Vargas y Mario Sotela por quitarle los últimos gramos de dignidad al campeonato local.

En esto tenemos que ser congruentes. Por eso, si algún día Alvaro Saborío vuelve a meter un gol para la Sele, acuérdese de lo que siente hoy y quédese sentado, no explote en alegría y no celebre, pues usted no está de acuerdo en que "esa perra" esté en el equipo de todos. Es más, si para terminar de hacerla usted también es morado, entonces haga un acto de contrición y desdígase de los casi 100 goles que celebró cuando Saborío era la máquina de anotar saprissista.

Si usted sufre porque Saborío no metió dos penales y por eso lo odia, en serio le faltan enemigos de verdad. Salga a la calle, vea más tele, deje de comer carbón cortesía del periodismo deportivo de cantina y acuérdese que la vida sigue, seamos campeones del mundo o no. Saborío no anotó dos penales... ni modo. Pero eso no me autoriza a mí a decirle que es un mal atleta. Cómo yo, que casi que nací con dos pies izquierdos, me agito si corro 50 metros y soy igual de malo para el futbol que el 99.9% de los hombres en este país de mejengueros, voy a gritarle "perra" a Saborío.

Si él es perra, entonces, ¿qué somos todos los demás?

domingo, 12 de junio de 2011

Vueltaenu presenta: Las 100 mejores del rock tico - Parte 1 (100-91)

Los guapos de Diente Guapo

En esta primera entrega vamos de la pieza 100 a la 91, obtenidas tras la encuesta realizada en el 2009 por Vueltaenu.co.cr para determinar cuáles son las 100 mejores de rock tico de la historia. Entremos en materia, sin mucho mate.

100. Maletón, Jose Capmany

De las piezas memorables de Capmany. Tiene doble mérito, pues se trata de la única canción en este listado que no cuenta con una grabación oficial, que no aparece en ningún compilado de música nacional ni que sonó en las radios como sencillo. Maletón era uno de los momentos más cómicos en las presentaciones de Jose y la gente la celebraba en grande (él la definía como una muestra del "folclor urbano costarricense"). En la red andan algunas versiones en vivo, como la que en algún momento puse en mi programa de radio ADN Fans, grabada en un chivo y amablemente facilitada por su hijo Pedro.





99. 500 años, Mandrágora


Mandragora fue de esos grupos que se enfriaron antes de tiempo, en mi criterio. De las bandas referentes del metal tico de los 90 (y de las pocas en abordar ese género en español), sacó dos casetes y un compacto, Viscion, el cual incluía 500 años. El por qué de todas las canciones de Mandrágora es esta la que más se recuerda creo que se debe a su inclusión en el disco del Rock Fest 2001, editado por DDM y producido por Ernesto Aducci.

Hoy conseguir un disco original de Mandrágora es misión imposible, inclusive en las compra y ventas. Igual, busqué y no hay videos de su poderío en vivo en Youtube. Aún así, pueden escuchar 500 años acá.


98. MER, El Guato

Un grafiti en un orinal de la Calle de la Amargura fue lo que inspiró a Geovanny Durán a escribir esta, una de las canciones clásicas del repertorio de El Guato y cuyo riff, obra de Andrés Wiessel, debe ser una de las tonadas más reconocibles del rock criollo.

Recuerdo como 10 años atrás, esta canción era una aplanadora: sonaba en la radio a cada rato a pesar de incluir menciones a la mierda y el pene de Geovanny. Su letra "anticlancleta" fue muy bien recibida y muchos asumieron significados propios para el M.E.R. ("Movimiento Estudiantil Revolucionario" era su concepto original).

Y, para rematar, algunos "creativos" le hicieron el "favor" a la banda de regalarle un video de espanto, tan malo que provoca risa y que hoy cabe como una de las mejores peladas del videoclip nacional.





97. Tristita, Bruno Porter

Bruno Porter es uno de los grupos más respetados por los músicos de rock de este país y muchos son los que lo mencionan entre sus influencias locales. Y fueron precisamente los músicos que votaron como parte del panel de expertos invitados los que tienen a Bruno Porter en esta lista, con cuatro canciones.

En mi caso, Bruno Porter fue un viaje que nunca supe (o quise) entender. Sin embargo, de sus piezas siempre fue Tristita la que más me gustó, quizá porque en MxI había una versión en vivo que programábamos a cada rato. Esta que les dejo es de cuando Mauricio Pauly vino en su modalidad de Leche Vaqera, algunos años atrás, al Jazz Café.




96. Binario, Deznuke

Única aparición en la lista del trío alajuelense que, a golpes y empeñones, ha mantenido en alto su bandera metal por más de una década.

Cuando, a inicios de los 2000, el nu metal se daba de golpes en popularidad con el ska, Deznuke era un referente ineludible. Y mucho de eso se debe a su vocalista Esteban Rojas, sin duda uno de los músicos con más mística y empuje que este país ha tenido.

No se me olvida ver a Esteban, en el Rock Fest del 2001, pulseándole al encargado de sonido que pusiera algo del primer disco de Deznuke en los intermedios, aunque al sonidista no le dio la gana. Esa noche Esteban no se quedó con la gana y subió como invitado de Calle Dolores a rugir como un demonio... al año siguiente el suyo fue de los grupos estelares del Rock Fest 2002 y en la edición 2003 casi se trae abajo la cancha de Futbol 5 vecina del Liceo de Costa Rica.

Deznuke, Insano y Sintagma son sinónimos de una época muy tuanis para nuestro metal: bandas que la pulseaban, que innovaban, que lograron llegar a espacios otrora prohibidos para agrupaciones pesadas... ah, y sin los problemas de actitud de Broca.





95. Tangaloneta, Esimple

Que alguien me expliqué por qué diablos Esimple no pegó de verdad. En serio que el tema me acongoja pues siento que el cuarteto herediano terminó convirtiéndose en uno de los secretos mejor guardados de nuestro país, lo cual es absurdo pues estamos ante uno de los grandes grupos de rock de nuestro terruño (sí, soy un groupie descarado).

Siempre le agradeceré a Kurt Dyer y Fó León, quienes fueron los primeros en hablarme de Esimple y me contagiaron de su muy justificado entusiasmo para con la obra de Papín, Abidán, Daniel y el baterista de turno. Su primer álbum sigue siendo mi predilecto, aunque el MacGuiversh también es de altos quilates, gracias a temas como Tangaloneta.

Les comparto una versión en vivo pues, en mi experiencia, Esimple fue un grupo que disfruté mucho más en escena (o en la cocina de Roy). Si quieren oírla en su sonido original, lléguenle por acá.




94. Avenida Central, Inconsciente Colectivo

Pato Barraza fue de los primeros roqueros locales en ser censurados en la radio por ser políticamente incorrecto, y eso lo consiguió con Avenida Central.

Crítica sin miramientos a la clase política y a los círculos de poder, el tema es imperdible en los conciertos de Pato. Musicalmente es una huella de cómo sonaba nuestro rock 20 años atrás.

Desde entonces, Pato ha seguido dando la cara, llamando a las cosas como son y viviendo de sus convicciones, algo que no todos los músicos logran. Así se nota en este video, grabado no hace mucho por quien les escribe en el festival de música nacional, como parte de la inauguración del nuevo Estadio Nacional.




93. Orgullo, Diente Guapo

Diente Guapo es el autoproclamado grupo tico con el peor nombre de todos los tiempos... y nadie se lo discute. Pero recordemos que las cosas no debemos juzgarlas por su pinta (o nombre), lo cual explica que un grupo de nombre tan feo hiciera una pieza así de buena.

Orgullo está entre mis canciones preferidas de rock costarricense y es de esas que me sé de memoria, a pesar de nunca haberla oído en vivo. Recuerdo que Kurt Dyer en algún momento la aportó en la sección de descargas de 89decibeles.com y de inmediato me enamoré de la canción. Su letra es buena y su sonido junta justo lo mejor de lo que era el rock alternativo de inicios de los 90.

¿No la habían oído? Pues por dicha que hubo otros que sí, suficientes como para que entrara a las 100.

La pueden escuchar acá o bien por este otro lado:

Diente Guapo - Orgullo by dienteguapo


92. Me lo tomo todo, Percance

Para cuando hicimos este ejercicio, hace año y medio atrás, Percance era ya muy popular... y estaba para más. En la votación incluimos tres temas suyos, de los cuales solo este entró a la lista.

Estoy seguro que si hiciéramos esta encuesta hoy, de fijo tendrían al menos cuatro piezas entre las 100, y en posiciones más cercanas a los primeros lugares. Hay grupos con hambre de crecer... y Percance.




91. La pecera es una loquera, La Nueva P


Lita Tresierra (1977-2010)


La Nueva P fue sin duda de las bandas más adelantadas de inicios de los 90.

La Pecera es una canción de mensaje no muy explícito que, sin embargo, pegó durísimo y llegó a los primeros puestos de emisoras como la finada y extrañada Universal.

Desgraciadamente, su vocalista y símbolo, Lita Tresierra, se llevó su arte a otros lares y La Nueva P pasó a la historia. El año pasado volvimos a acordarnos de esta banda, tras saberse la triste noticia de la muerte de Lita. El que su legado no se pierda debe ser una responsabilidad de todos.



Encuentra más artistas como lanuevap en Myspace Music. O también la pueden escuchar aquí, con info del disco Simple.

En nuestro siguiente capítulo: reggae roots, varios grupos de punk, dos actos metaleros y un par de clásicos de los 80.

jueves, 9 de junio de 2011

Las 100 mejores del rock tico: ¿Quieren saber cuáles quedaron?

El 10 de setiembre del 2009 anunciamos, a los cuatro vientos, el que sería el último gran proyecto editorial de Vueltaenu.co.cr, sin que en ese momento supiéramos, desde luego, que la cuerda no nos daría para terminarlo.

Ese día, Arturo Pardo y este servidor firmamos la nota que anunciaba un proyecto en el que veníamos trabajando –junto con nuestros compañeros Damián Arroyo y Roberto Chavarría– desde meses atrás: la búsqueda de las 100  mejores canciones del rock tico.

De inmediato, la gente pudo ingresar a una base de datos de 300 canciones seleccionadas por nosotros y que, a nuestro buen criterio, resumían lo mejor del rock costarricense hasta ese momento. Las piezas se podían oír y el usuario emitía su voto sobre sus predilectas.

La experiencia de un año antes, cuando hicimos un ejercicio de voto popular similar para escoger a los mejores 100 discos de la música tica, nos dejó enseñanzas y para no caer de nuevo en un concurso de popularidad, también invitamos a una selección de expertos (entiéndase músicos, periodistas, gente de medios de comunicación, productores y colaboradores de las bandas) a que votara en una mecánica aparte, asignándole a sus votos un peso mayor que el de la audiencia, pues sabíamos que su criterio sí se apegaría más a criterios históricos y de trascendencia que el fan de la banda del momento no toma muy en cuenta.

Hicimos la votación, tabulamos los resultados y pensamos en el modo más adecuado para presentarlos... y  de ahí no pasamos. Vuelta en U tenía los días contados y todos nos ocupamos de temas más urgentes, dejando aquel proyecto en el que tanto tiempo invertimos de lado, hasta olvidarnos de él.

Desde entonces, solo los que fuimos parte de Vuelta en U sabemos cómo quedó la cosa, lo cual me parece a todas luces injusto y absurdo. Por eso, de aquí en adelante empezaré, por entregas, a mostrarles por esta vía los resultados de la votación que sin tener una validez científica, sí me parece quedó muy cercana a lo que muchos definiríamos como lo mejor del sonido del rock criollo.

Entre las consideraciones a tener en cuenta está el momento de la encuesta, finales del 2009, por lo que los resultados son en parte un reflejo de ese momento, con la presencia de canciones que estaban bien calientes en aquel entonces pero que hoy ya no suenan tanto. Desde luego, esto implica que cualquiera de las buenas y exitosas piezas locales que han salido de ese entonces a hoy están ausentes.

El poder de voto especializado se lo dimos a unos 100 fiebrazos, de los cuales más de la mitad respondió y se lo agradecemos. Esta es la gente que nos emitió su voto para el apartado de los expertos:
  1. Marco Vega (Puravibra.com)
  2. Erika Rojas (La Nación, Vuelta en U)
  3. Rodrigo Chaverri (Sight of Emptiness, Keep the Gap, Insano, Colémesis)
  4. Andrés Contreras (Senestesia, Los Govinda)
  5. Eduardo Chacón (Sight of Emptiness)
  6. Manuel Montero (104.7 Hit)
  7. Alessandro Solís (89debibeles)
  8.  Pablo Cambronero (fotógrafo)
  9. Aleja García Quirós (979)
  10. Alfonso Pacheco (Reacción Direkta)
  11. Mónica Rodríguez (104.7 Hit)
  12. Mauricio Madriz (Entre Líneas)
  13. Say León (colaborador de varias bandas)
  14. Fede Lozano (Evil Twin)
  15. Randall Vargas (Repretel, ex-103 y VM Latino)
  16. Max Arce (MxI Canal 15)
  17. Mauricio Alvarado (VM Latino, ex- 103)
  18. Marianella Cordero (94.7)
  19. Esteban Rojas (Deznuke)
  20. Cheko Araya (En otro prisma)
  21. Pili Muñoz (Pili & Delaflote)
  22. Michelle Pauly (Keep the Gap, Cabuya)
  23. Roberto Artavia (Akasha)
  24. Richie Nieto (Índigo, Café con Leche)
  25. Ricardo Chamberlain (Sintagma, Gandhi)
  26. Paulo Parra (Garbanzos)
  27. Miguel Gómez (Gin Aluvosi, cineasta)
  28. Mario Vega (Clavederock.com)
  29. Wash (Evolución, Parque en el Espacio, Adaptados, Mr. Magoo)
  30. Manuel Jiménez (ingeniero de grabación, Alma Bohemia)
  31. Adrián Moya (Acero)
  32. Luigi Jiménez (Lucho Calavera & La Canalla, Los Bespas, Flying Pancake)
  33. Leo Bustos (DJ)
  34. Daniel González (Esimple)
  35. Kin Rivera Jr (Escats, Ares)
  36. Kurt Dyer (Nada, Diente Guapo)
  37. Juan Diego Villegas (Tango India)
  38. Juan Pablo Calvo (Time's Forgotten)
  39. Javier El Vaso Fernández (productor, Auriga)
  40. Inti Picado (El Parque)
  41. Gustavo Carazo (Orgasonova, San Lucas)
  42. Geovanny Durán (El Guato)
  43. Frank Lockwood (Hormigas en la Pared, Stalag)
  44. Federico Dörries (El Parque)
  45. Enrique Castillo (colectivo de hip-hop Epicentro Urbano)
  46. Eddie Israelsky (Vibratica.com)
  47. Diego Rodríguez (Adrenal, Razas Ocultas)
  48. Carlos Morales (Villegas, Suite Doble)
  49. Carlos Montero (Bufonic)
  50. Andre Kelso (Le*Pop, Los Bespas, Alma Bohemia)
  51. Adrian Pauly (89decibeles, Keep the Gap, Cabuya)
  52. Arturo Pardo (La Nación, Vuelta en U)
  53. Victor Fernández (La Nación, Vuelta en U)
  54. Damián Arroyo (La Nación, Vuelta en U)
  55. Roberto Chavarría (La Nación, Vuelta en U)
La lista como tal no empezaré a darla en este artículo pues quiero desarrollarla en entregas de 10 canciones, con un poco de contexto o al menos mi opinión sobre cada pieza. Si les puedo adelantar que, sin ninguna sorpresa, Gandhi y Café con Leche/José Capmany son las bandas con mayor presencia en la centena, con siete canciones para cada una.

Les siguen Evolución con cinco; El Parque, Garbanzos y Bruno Porter con cuatro temas, y Hormigas en la Pared, Calle Dolores, Inconsciente Colectivo, Esimple, Kadeho y Modelo Para Armar, con tres aportes en su cuenta. Con dos canciones en el listado figuran Tango India, Akasha, 50 al Norte, Suite Doble, Parque en el Espacio, Índigo, Seka, La Nueva P, El Guato, Nada y Mekatelyu. Finalmente, 26 agrupaciones aportan un único tema a las 100.

Quedan avisados.

martes, 7 de junio de 2011

Diay sí: caguémonos en Percance


En este país al primero que asoma la cabeza por encima del montón lo agarramos a patadas.

En la última semana, la banda Percance ha sido el saco de boxeo de muchos, muchísimos: en estos días, basurear a dicha agrupación es un ejercicio cool... cagarse en Percance pareciera ser lo correcto, lo justo y necesario.

Todo esto viene a raíz de una polémica desatada desde redes sociales, debido a las similitudes entre uno de los temas más populares del grupo tico del momento y uno de una desconocida (para mí) agrupación francesa de ska. Sobre la cuestión se ha dicho mucho (demasiado). No me interesa entrar en la disputa de si estamos ante un plagio o no, además de que poco podría aportar al respecto luego de ver el completísimo análisis comparativo de Rey David Cortés en su blog Todoídos, de RedCultura. Lectura recomendada para los interesados en el aspecto musical del asunto.

A mí, lo que más me ha llamado la atención del tema es cómo los antifans de Percance (que al parecer son bastantes) se valieron de la polémica para quemar vivos a los músicos en medio de la plaza. Y esto no tiene que ver con el supuesto irregular de la autoría de una canción, sino con el simple hecho de tratarse, precisamente, de Percance.

Para los no enterados (especialmente si ya pasan los 30 años), Percance es hoy el grupo musical más popular del país. Eso no es invento de mi parte, sino la simple realidad que se refleja después de 100.000 seguidores en Facebook, de haber llenado solitos la Plaza de la Democracia y de sonar a niveles inauditos en varios medios electrónicos del país (en Los 40 Principales y VM Latino están obsesionados con ellos).

El éxito de Percance nos tomó a muchos por sorpresa. Ellos se definen como un grupo de música latina fusión aunque, para mis efectos, están dentro del género ska latino que tanto auge cobró aquí desde mediados de los 90. Lo suyo no es nada nuevo, pues antes de Percance ya estaban grupos que mezclaban cumbia, ska y chiqui-chiqui, como Garbanzos, Mentados, Calle Dolores, 13 Millas de Libertad, Tropa 56, República Fortuna, El Guato y Mod-Ska (por mencionar apenas a los más de mayor exposición).

Sin embargo, Percance logró lo que ninguna de esas bandas pudo: pegarla en grande y pegarla duro, incluso fuera del país.

Razones hay muchas, dignas de un análisis aparte, empezando por una disciplina de trabajo y un empuje parejo de sus integrantes pocas veces visto en nuestro medio. Lo cierto es que Percance se despegó de la escena under (porque ahí empezó) y hoy domina el medio local a placer, mérito que muy pocos lograron antes.

Y es eso, la trascendencia, lo que más mal cae de Percance.

La fama trae muchas cosas buenas... y algunas pocas bien malas. Y en un país como Costa Rica eso implica un concierto de serruchos y motosierras garantizado.

No me considero ni de cerca fan de Percance (Calle Dolores será, para mí, siempre el mejor grupo de ska que este país ha parido) pero no por eso le resto sus bien ganados méritos. Ese batallón que es Percance se ha sudado la chaqueta y cada patrocinio, cada Like de Facebook y cada entrada pagada a sus conciertos responde a un plan de trabajo de verdad. Eso es innegable.

La música despierta pasiones intensas. Y las voces en contra, aunque sean menos, siempre se hacen sentir más. En el caso de Percance, sus detractores son más que ácidos, pues tienen un especial interés en que al grupo le salga todo mal. A tanto llega el odio hacia la banda que muchos ticos le echan hoy porras a la agrupación francesa supuestamente plagiada, ofreciéndole ayuda y soporte en su "pleito" con los de acá.

Está bien que a uno no le guste la música de alguien e incluso dar a los cuatro vientos una opinión desfavorable sobre la creación artística de otro (precisamente esa es la delicia de algo de dominio público). Pero de ahí a tratar de ponerle una zancadilla y luego bailar sobre su cadáver, eso sí es de canallas.

Como todo en este país, esta polémica de pacotilla morirá pronto y está lejos de ser la última que se geste, desde su terruño, para Percance y cualquier otro artista que logre destacar. Ni modo, es parte del karma para cualquier que decida dedicarse al arte en este país.

Y si bien no soy fan de Percance, sí digo sin pena que Gira el mundo es mi pieza preferida de su repertorio (a pesar de Hanzell Carballo y el resto de VM Latino haciendo feo en el video).

viernes, 3 de junio de 2011

X-Men First Class: la franquicia resucita


No hay quinto malo... que lo digan los X-Men.


Ayer los astros se alinearon (aka: Emma hizo visita nocturna a los titos) y Mónica y yo pudimos aceptar la invitación de los amigos de Discine para ver, un día antes de su estreno mundial, X-Men: First Class, el quinto filme derivado de la franquicia de mutantes creada por Stan Lee y Jack Kirby para Marvel Comics.

Quienes me conocen saben que este tipo de estrenos cinematográficos me provocan los instintos más básicos y cual carajillo esperando lo nuevo de Ben 10, yo cuento los días, me como las uñas, paso metido en foros geek de pedigrí diverso y me imagino todo tipo de argumentos a partir de lo que uno ya conoce de antemano: los cómics.

Sin embargo, First Class estuvo muy alejada de mis expectativas, porque no me esperaba algo tan bueno... ¡la maldita película es una obra de arte!

Y sí, en adelante empezaré con un desvergonzado recuento de spoilers, así que si no quiere que le eche a perder las sorpresas de la película, entonces es mejor que se aleje de este blog... al menos por hoy.

First Class funciona como "precuela" a la trilogía original de los X-Men, relatando la juventud y formación de algunos de los principales personajes que conocimos en los primeros filmes, con un transfondo que va de la II Guerra Mundial a la crisis de misiles del 62. Y si bien la mayoría de las precuelas suelen quedarse cortas con respecto a los títulos que las inspiramos (Star Wars, El silencio de los inocentes...) creo que aquí tenemos un ejemplo de lo inverso: no me da miedo decir que estamos ante una de las mejores entregas de la saga mutante.

Los Hombres X llegaron, de la mano de Bryan Singer, al cine en el 2000 con X-Men, seguido muy de cerca por X2 (2003). En estas dos películas, Singer nos hizo creíble que entre nosotros hubiera telépatas, que un tipo de peinado ridículo tuviera adamantio en los huesos y que jovencitos pudieran controlar el hielo y el fuego a su antojo. Los mutantes le gustaron a todos, con películas tan bien hechas que le agradaron tanto a Sheldon como a Penny.

Con una tercera y cuarta película de la franquicia entre manos, a Singer se le metió el agua, se enamoró de Superman y dejó todo tirado para hacer uno de los mayores fiascos de la última década. Así, Wolverine y compañía pasaron a manos de Brett Ratner, quien ocupó la silla de director para X-Men: The Last Stand (2006). A diferencia de los muchos que la aborrecen, a mí la entrega de Ratner me pareció sobria y de hecho mucho más dramática y sorpresiva que las cintas a cargo de Singer (no se me olvida cómo todo el cine se quedó sin aire cuando Jean mata a Charles Xavier... ¡Ratner mató al Profesor X, Jean y Cíclope en una misma película!).

Sin embargo, parecía que a la historia se quedaba sin gasolina y trabajar con un elenco de tantas estrellas ya no era viable, por lo que Fox le apostó al actor estelar de toda la trilogía y, de paso, por mucho el personaje más popular entre los mutantes. Hugh Jackman se embarcó por su cuenta en una abominación titulada X-Men Orígins: Wolverine (2009), cinta bastante atolondrada y decepcionante que, a excepción de unas cuantas escenas de acción, no es digna de mayor mérito.

La película de Wolverine me dejó un sinsabor enorme, especialmente por haber desperdiciado a personajes enormes del cómic, como Gambit y Deadpool, que hasta ese momento hacían su debut cinematográfico. Eso sí, si tengo que escoger me quedo, por mucho, con el Sabretooth de Liev Schreiber.

Aquel paso en falso parecía el tiro de gracia para la saga, al menos en el cine: Ryan Reynolds se olvidó de Deadpool para vestirse de Linterna Verde (un error, en mi criterio) y el proyecto de un Origins sobre Magneto quedó en la papelera de reciclaje... algo que anoche me quedó claro fue un acierto.

First Class es una sorpresa a todas luces. Desde los primeros trailers se notaba que el filme era más que decente pero nunca me pasó por la cabeza que hoy lo contaría entre las mejores adaptaciones cinematográficas de un cómic. Y cuatro son los culpables de esto.

Primero está el propio Singer, quien volvió al rebaño después de su súper pelada y fungió como productor ejecutivo de la nueva película, dándole así un vínculo natural con la trilogía original. El cineasta era la primera opción para dirigir pero al final prefirió dejarle la tarea a su colega Matthew Vaughn, el genio detrás de la llegada de Kick-Ass al cine. Y, sin lugar a dudas, gran mérito también le corresponde a James McAvoy y Michael Fassbender, los jóvenes Charles Xavier y Magneto, respectivamente.



Fassbender es perfecto para interpretar a un Erik Lehnsherr que apenas da visos del gran villano que llegará a ser, siendo además un dignísimo heredero del casco que antes ocupó el gran Ian McKellen. Y ni qué decir de McAvoy, actor que tiene un olfato infalible para escoger sus roles (El último rey de Escocia, Wanted...). Ambos permiten que sean las interpretaciones, y no los efectos, los que lleven el mayor peso dentro de First Class, mostrándonos aquellos antecedentes de amistad, cariño y mutua admiración que hacen de Xavier y Magneto dos de los némesis más cercanos de la historia.

Aplaudo también el tratamiento del personaje de Mystique, encarnado ahora por la talentosísima Jennifer Lawrence, que aún tiene fresca su nominación al Oscar por ese peliculón que fue Winter's Bone. Cruzar su pasado de un modo tan estrecho con el del Profesor X  y Erik ayuda a generar un inesperado triángulo de afinidades y motivos que, a su vez, le da mayor sentido a la posterior relación entre ella y Magneto.

Dado que a estas alturas, después de cuatro películas, ya la mayoría de los mutantes interesantes ya estaban tomados, Vaughn raspó la olla y echó mano a personajes de "segundo orden", del tipo que uno nunca tiene en mente cuando va a comprar una figura de acción (jetón el que diga que Banshee es su X-Men predilecto).

Y empiezo por Banshee porque siempre me pareció un tipo patético, con un poder horrible: ¿quién quiere gritos cuando puede tener garras o visión calórica? Hoy, gracias a la película, Banshee tiene mi respeto... y Havok (eclipsado siempre en protagonismo por su hermano Cíclope).

Otros ciertos de la película: relatarnos el génesis de Bestia; incluir a actores que son íconos, como Oliver Platt y Michael Ironside; presentarnos, por fin, a la bella y temible Emma Frost, en el que considero sí es su merecido debut oficial en el cine (su inclusión forzada en Wolverine no cuenta); y el introducir a Azazel, un genial demonio teletransportador parecido a Nightcrawler y que pelea con un ninja.

Personajes flojos hay varios, empezando por Angel Salvatore, interpretada por Zöe Kravitz, hija de Lenny Kravitz y Lisa Bonet. También Riptide me pareció que sale sobrando.

Pero esas pequeñas fallas del elenco se ven compensadas con el trabajo de un actor incombustible, que es demasiado bueno haciendo de malo y que hace rato se ganó el título de leyenda.



Kevin Bacon es un titán.

Trate de pensar en una película mala de Bacon... ¿cuesta, verdad? First Class no es la excepción y en ella Bacon es el sádico Sebastian Shaw, un mutante con un estremecedor currículo, pues no solo desata los demonios internos de Magneto sino que es "la mano peluda" detrás del conflicto de los misiles cubanos del 62: un terrorista-estadista que mueve fichas por igual en Moscú que en Washington, acercando al mundo a un conflicto nuclear del que solo su especie saldrá victoriosa.

Y todo esto nos lleva a un desenlace brutal en una playa de ¿Cuba?, donde toda la trilogía original cobra sentido.

First Class me devolvió la fe, me devolvió a mis personajes Marvel preferidos y me hace soñar con más películas de este joven equipo, con una nueva trilogía. Ahora quiero ver a Magneto y Emma Frost trabajando juntos y, por qué no, soñar con la llegada del Señor Siniestro o del mismísimo Apocalipsis.

RECONTRA SPOILER

No espere un cameo de Stan Lee (esto no es Spider-Man) pero sí de la Mystique original, Rebecca Romijn, y muy en especial, de Hugh Jackman, quien se convierte así en el único actor en aparecer en los cinco filmes de la franquicia.

Ah, y no haga tonto quedándose hasta el final de los créditos con tal de ver una escena extra, que no hay tal... Como bien dijo otro fiebre cuando se prendió la luz: "Pollos todos".