viernes, 1 de abril de 2011

Let's get ready to rumble: 10 cintas de box que golpean

Hoy Costa Rica amanece con forma de cuadrilátero. Anoche, de nuevo, nuestra diva del ring, Hanna Gabriel, nos dio de comer boxeo, defendiendo con éxito su cinturón de campeona mundial con el Estadio Nacional y un llenazo en las graderías como marco de fondo.

Aún así, el boxeo lo disfruto más en la ficción que en la vida real. En las películas no me importa que a un tipo le partan la cara, le destruyan el alma a golpes, mientras que en la vida real no puedo dejar de pensar en el perdedor, quien no solo debe cargar con la humillación de una derrota pública, sino también con párpados esponjados y labios reventados. ¿Soy el único que anoche pensó más en la procesión interna de Melisenda Pérez que en la bien ganada euforia de Hanna Gabriel?

Por eso, por sentimental, me quedo con las películas. Las cintas de boxeo siempre son épicas, se deciden en el último asalto y glorifican a personajes miserables, cuyas luchas con el día a día son mucho más brutales que los pleitos en el ring.

He aquí mi conteo, sin ningún orden en particular, de 10 películas sobre boxeo (hechas en los últimos 35 años, por aquello) en las que el intercambio de golpes lo disfruta hasta un pacifista como Gandhi.

1. Raging Bull (1980)

Un retrato brutal del brutal mundo del boxeo. Basada en la autobiografía del boxeador Jake LaMotta, Robert De Niro da la interpretación de su vida (lo cual es mucho decir) en un filme que le debió valer de inmediato a Martin Scorsese el Oscar al mejor director... aunque no fue así.
En la historia de LaMotta no hay nada glorioso: estamos ante un tipo pendenciero, violento y explosivo que, a pesar de sus éxitos en el cuadrilátero, no pasa de ser un alma atormentada y en una constante búsqueda de la autodestrucción.
Según muchos entendidos estamos ante uno de los 10 mejores filmes de todos los tiempos... ¿y quién soy yo para contradecirlos?



2. Rocky (1976)

Pa-na-naaaaá-pa-na-naaaaaaá... ¿Es necesario mayor presentación?
Rocky es la definición por excelencia del boxeo. Rocky Balboa es la definición por excelencia del espíritu humano: un peleador de barrio, de poca monta, con mínima educación y un corazón de oro que, sin proponérselo, consigue la oportunidad de su vida, al ser escogido para enfrentarse al campeón de los pesos pesados.
¿Cómo no enamorarse de un personaje como Rocky? Sylvester Stallone será siempre un grande -digan lo que digan- por darle alma, rostro y voz (¡esa voz!) a Balboa.
Desde la música de Bill Conti hasta escenas claves como el ascenso por las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia, todas son hoy parte del imaginario colectivo, del repertorio de la cultura pop.



3. Rocky IV (1985)

Cierto que la II y la III son mejores, pero para quienes vivimos de niños los últimos años de la Guerra Fría desde una perspectiva mediática, Rocky IV fue le pináculo de la rivalidad entre las súper potencias. A punta de estereotipos, el filme retrata la visión gringa y soviética de cómo debían ser las cosas: los primeros rimbombantes, mercantilistas y efectistas; los segundos fríos, ejecutivos y aplastantes.
El filme golpea desde el inicio, matando a Apollo Creed al ritmo de James Brown en una movida inesperada por los espectadores, y presentándonos a Iván Drago, un mastodonte ruso saturado de esteroides que pega con la fuerza de una vagoneta. Rocky es bueno, Drago es malo y así se desarrolla la historia, con un final salido de la agenda de Reagan, en la que el oprimido pueblo soviético ovaciona al campeón de la libertad.
Sí, es cine enagenado... pero que se disfruta, se disfruta.




4. Gladiator (1992)

La más mala de las películas aquí mencionadas pero igual me gustó mucho cuando salió. Cuenta la historia de dos jóvenes metidos en el mundillo del boxeo underground, en el que se mueve plata a montones y donde los peleadores son poco menos que animales de combate. Cuba Gooding Jr. acababa de hacer Boyz n the Hood cuando apareció en esta cinta, lo que le elevó su perfil. El soundtrack, vale decir, es una hoy risible muestra de la música de inicios de los 90, con nombres como Warrant y Gerardo.



5. Million Dollar Baby (2004)

Clint Eastwood puede hacer un filme sobre contadores de chistes ticos y aún así sería una obra maestra. Hay que ver cómo el maestro tomó el mundo del boxeo y lo transformó en un relato de amistad, cariño, vida y muerte.
Un entrenador cascarrabias y sin grandes éxitos toma a una chica 100% white trash y la transforma en una máquina de pelea, ante la mirada y narrativa de su viejo amigo, un boxeador que nunca llegó a ser lo que se suponía. Eastwood, Hillary Swank y Morgan Freeman actuan impecables y nos muestran ese vínculo tan parental que se da entre muchos manejadores y sus pupilos, especialmente cuando nadie más da un cinco por los muchachos.
Para mí, la escena en la que el personaje de Freeman le da una paliza al fanfarrón del gimnasio es una delicia absoluta.



6. The Fighter (2010)

Del año pasado, sirvió de vehículo para que Christian Bale se ganara, al fin, el Oscar que se merecía desde hace rato. Los deportistas tienen familia y, en muchos casos, deben lidiar con las frustraciones propias de sus padres, tíos y hermanos, quienes ven en aquel pariente la oportunidad de conseguir la trascendencia de la que carecen sus irrelevantes vidas.
Basada en la historia real de los hermanastros Micky Ward y Dicky Eklund, The Fighter es una joya moderna, una cinta que todo el que se precie de querer a su familia debería ver. Escena recomendada: el intercambio verbal entre Dicky (Bale) y su cuñada (Amy Adams), cuando este llega a buscarla a su casa: nunca escuché una andanada de insultos dicha con tanta gracia.



7. The Hurricane (1999)

Cuando Bob Dylan saca el rato para escribir una canción sobre alguien, queda claro que ahí hay una historia para el cine. Tal es el caso de la vida de Rubin Huracán Carter, campeón en el ring que cae víctima del racismo, una trama policial demasiado sucia y una arrogancia propia de quien se creen invencible.
La mayor parte de la película transcurre fuera del ring pero eso es lo de menos, pues Rubin nunca pierde la temple boxística, aunque esté encerrado en un frío rectángulo de concreto.
Denzell Washington impacta con su interpretación del campeón, dándole al espectador un KO técnico desde mucho antes de que se prendan las luces.




8. The Boxer (1997)

Título que, desdichadamente, pasó bastante inadvertido cuando se estrenó, a pesar de la espectacular actuación de Daniel Day-Lewis, quien interpreta a un boxeador recién salido de la cárcel, donde fue a parar por sus actos como parte del Ejército Republicano Irlandés.
El drama de Irlanda y las fuerzas dentro del IRA se mezclan magistralmente con el boxeo como único medio para que los jóvenes de una comunidad pobre no se dejen seducir por la violencia que domina a sus padres.





9. Cinderella Man (2005)

Nada más peligroso en el ring que un hombre hambriento, dispuesto a lo que sea para alimentar a su familia. La historia real del campeón James J. Braddock deparó en uno de los mejores trabajos de Ron Howard, director que está lejos de estar entre mis predilectos.
Braddock es un boxeador hundido, al igual que millones de estadounidenses, en la miseria de la Gran Depresión y quien ve en un accidental regreso al ring la oportunidad de salvarlo todo. Creo que es la película que mejor refleja los temores de la familia ante un oficio tan riesgoso y salvaje, en este caso por medio de Renée Zellweger, quien se hace grande como la angustiada esposa del pugilista.



10. Alí (2001)

Cómo fue que Will Smith llegó a ser uno de los grandes actores de la última década es un legítimo misterio por resolver. El asunto es que el Príncipe del Rap se convirtió en un toro y como tal interpretó no solo al boxeador más grande de todos los tiempos, sino a una de las figuras más reconocidas del mundo deportivo.
Michael Mann (todos de pie) nos muestra la vida de Muhammad Ali en su etapa más mediática, cuando su militancia política era tan fuerte como los golpes con los que desarmaba a sus adversarios.

4 comentarios:

  1. Estimado Victor:

    ¿Hay alguna forma de comunicarse con usted (por ejemplo, por email)? Es para pedirle permiso para divulgar un texto suyo en una revista online.

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  2. Hola Jethro. Te podés comunicar conmigo a vfernandez@nacion.com.
    Saludos,

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  3. Bonita selección. Me faltan un par. Coincido con la #1 por mucho y también habría colocado la 4 de Rocky por encima de la 2 y la 3 por los mismos motivos dados.

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