miércoles, 3 de febrero de 2010

Los porqués de mi voto

Si bien el tema me apasiona para la tertulia, no es mi favorito cuando de escribir se trata. Aún así, esta vez siento necesario hacerlo.

No quiero volcar a nadie ni que compartan necesariamente mis criterios. Y esto lo aclaro porque sé que no todo el mundo aplaude cuando, como en mi caso, la instancia es para darle el voto el próximo 7 de febrero al PAC de Ottón Solís.

Sí, mi voto, por mucho el más pensado de todas mis experiencias electorales, esta vez será para el PAC, al igual que como lo fue en las dos contiendas presidenciales anteriores. Sin embargo, a diferencia de aquellas ocasiones, no brinco de contento por apoyar a Ottón... es más, mi voto hacia él no fue algo que se ganara fácil y en muchas ocasiones valoré que ya no lo merecía.

¿Qué pasó? Nunca he sido militante activo de una agrupación, aunque respeto a quienes sí viven la política en primera persona, más allá de sus motivos. Para mí el ponerse la camiseta era un interés de chamaco, cuando envidiaba a los carajillos que andaban t-shirts baratillas con leyendas como "Vote 3" o "Calderón 90", dado que mis papás nunca me dejaron servir de guía y otros oficios para bombetas que afloran el día de las elecciones (gracias, pá y má).

Desde entonces me acostumbré a vivir la política desde la barrera, a la distancia. Con un papá envenenado liberacionista y una mamá socialcristiana (la mayoría de las veces), dichas tendencias no fueron de mi pleno agrado y, como muchos otros jóvenes, llegué a mi primera elección (en el 98) con la etiqueta de "apático" bien pegada en la frente. Esa vez ingresé a la junta receptora de votos sin aún saber a quién iba a apoyar y, a puro impulso, me incliné por Sherman Thomas, académico sin ninguna opción de darle pelea a Miguel Ánguel o Corrales.

En el 2002 la cosa cambió: Ottón Solís planteó una serie de ideas que me resultaron muy llamativas, especialmente porque se desmarcaban violentamente de la modorra bipartidista de amiguismos y chorizos y, por el contrario, amenazaba con barrer con todos los vicios del aparato estatal... eso me gustó y feliz le puse el dedo a la casilla del PAC.
En el 2006 volví a confiar en Ottón, a pesar de que Acción Ciudadana dejó mucho que desear en su desempeño legislativo. El discurso de Solís en la parte ética seguía siendo el mismo y para mí eso era mucho más pesado que su oposición al TLC, tratado con el que yo sí estuve de acuerdo y por cuya aprobación voté en el referendo posterior.

Después de las elecciones pasadas el PAC la cagó, así lo veo yo. Su fracción legislativa fue un desastre, con novelitas estúpidas como la de Andrea Morales que le restaron credibilidad... hizo más y mejor oposición Merino solo que toda la fracción de Acción Ciudadana. Además, me molestó que Solís siguiera emperrado contra el TLC, dado que ya la mayoría había decidido (por estrecha diferencia, pero mayoría al fin) y, para terminar de hacerla, el proceso para elegir al actual candidato fue tan absurdo como excluyente.
Yo quise votar en la convención del PAC y me sentí en el derecho de hacerlo, sin creer que debiera ser un pegabanderas los 10 años anteriores para merecerlo. El concepto de "gente PAC" me resultó bochornoso y las incoherencias de Beto Cañas no ayudaron mucho. Así, egoístamente, quienes no somos paquistas de hueso colorado quedamos por fuera de la elección y las posibilidad de candidatos de perfil muy interesante como Campbell y Macaya se vieron reducidas a nada.
El PAC montó la fiesta de manera que al final solo Ottón pudiera reventar la piñata y eso me emputó, especialmente porque, a mi criterio, reñía con todo lo que el partido criticó antes de otras agrupaciones políticas conocidas por sus artimañas y triquiñuelas.

Así, esta maratónica y sucia campaña electoral empezó sin que yo tuviera un candidato predilecto. Reducidas las opciones a tres -todas las demás, incluida la de Fishman, no pasan de ser fuerzas minoritarias sin posibilidades reales a la presidencia- repasé cada caso.

A Otto Guevara fue el primero que descarté. Admito que hace unos seis meses consideré algunas de sus propuestas pero al indagar más a fondo en su plan de gobierno se me paró el pelo. No concuerdo con él en limitar la acción del Estado en casi todos los planos y en dejar casi todo a la libre, a que el mercado y otras fuerzas sean las que definan el rumbo de las cosas. Su visión es poco solidaria, mezquina y muy en función de la gente más privilegiada y no, no hace falta andar en chanclas y pasar todo el día oyendo a Silvio y Pablo para saber cuando una injusticia social está a punto de cometerse.

Después vino Laura Chinchilla. La señora no me cae mal, de hecho tengo un buen concepto de ella, me parece una mujer preparada, bien plantada y simpática. El problema en realidad no es ella, sino lo que simboliza.
El próximo domingo, si votara por Liberación no sólo le estaría dando el espaldarazo a Laura, sino que también estaría dándole el visto bueno a los avionetazos de Maureen Ballestero, al almuerzo millonario de Clara Zomer, a las "percepciones" de la insegura Janina del Vecchio, a los negocios riesgosos de Daniel Gallardo en la CNE, a los paseos en helicóptero de Pedro Pablo Quirós, a la majadería de Rodrigo Arias por seguir espiándonos por medio de ese oscuro cuerpo de "inteligecia" que es la DIS, a las concesiones para familiares del paladín ecológico Roberto Dobles, a la agarrada de majes que nos pegaron al regalarle la Defensoría de los Habitantes a OFElia Taitelbaum, a los desvíos de dineros para casas de familias pobres a manos de Fernando Zumbado, a los consejos de Jenny Phillips para ayudar a subirle el sueldo a un grupo de funcionarios que la incluía a ella misma, a la miopía de María Elena Carballo que espantó a toda la gente buena del Ministerio de Cultura y, ante todo, a las cobardías y mojigaterías de Fernandito Sánchez.

Nota al margen: Aún no entiendo cómo Chinchilla incluyó a Fernandito en su campaña, cuando la lógico diría que al coautor del memorando del miedo debieron enterrarlo estos meses, mantenerlo de larguito en vista de su mal ganada fama. De ahí mi sorpresa cuando supe que el principe herediano es el encargado de coordinar la relación de la campaña liberacionista con la Iglesia Católica, dupla que está de más decir me asusta tanto como me repugna.

Volviendo al tema, votar por Laura Chinchilla es votar por todo lo sucio, inmoral e ilegal que la actual administración ha hecho, no porque ella cometiera dichos actos o fuera partícipe, sino porque calló en denunciarlos y nunca hizo por donde desmarcarse de la gente que los llevó a cabo. Hace no mucho las trampas se hacían a escondidas pero en los últimos cuatro años la carebarrada ha sido a la luz pública, a vista y paciencia de este manso (¿o menso?) rebaño que es Costa Rica... ahí está la "elección" de la actual Defensora como la mejor evidencia de lo que trato de explicar.
No sé ustedes pero yo no puedo darle el visto bueno a tanto abuso, a tanta agarrada de maje. Igualmente no voy a ser mezquino al negar que esta administración algo bueno hizo pero hay que tener cuidado pues, por ejemplo, decir que los Arias nos "regalaron" la calle a Caldera es tan falso como achacarle sólo a ellos que la gente se esté matando en puentes que no sirven para nada... las obras de infraestructura en este país se cocinan a fuego tan lento que usualmente su paternidad es compartida entre varias administraciones, al igual que los grandes fracasos y desastres (el puente del Tarcoles que se cayó daba miedo desde mucho antes de que Calderón llegara a la Presidencia).

Doña Laura podrá decir lo contrario pero, a todas luces, ella es la continuidad del actual gobierno y la mano que mecerá la cuna en un eventual gane suyo tiene dos apellidos: Arias Sánchez. El plan de la cúpula del PLN era el continuismo, eso es innegable, y para tales efectos era mucho mejor alguien de adentro como Chinchilla que un caudillo nuevo, tipo Johnny Araya. Además, si los planes salen según se tramaron, el dominio se extendería más allá del 2014, dado que Rodrigo Arias ya dejó patente su deseo de intercambiar puestos con su hermano.

Concuerdo con Otto Guevara en que hay que hacer un cambio YA, solo que no con él. No, creo que el cambio hay que hacerlo con Ottón Solís, una persona muy lejana a ser santo de mi devoción, alguien por quien no siento una especial empatía y que de hecho me dedicó un derecho de respuesta, por medio de su encargado de prensa, tras la única ocasión en que hemos conversado.

Ottón no es mi amigo, no quiero tomarme una foto con él y no me beneficio en lo personal de si el PAC llega o no a ganar. Entonces, ¿por qué me estoy pegando este color a favor suyo? Pues porque creo que es lo que mi hija, si pudiera hacerlo, me pediría hacer.

Creo que este país está para más y que si no despega es porque nosotros mismos lo echamos hacia abajo. Creo que podemos ser más solidarios, más sinceros cuando decimos "pura vida" y que podemos echarle una mano a otras personas sin poner en risgo nuestro propio crecimiento. Y en eso concuerdo con Ottón Solís, pues tanto él como yo creemos que es saneando el Estado que mucho se puede lograr.

Creo que debemos pagar impuestos y que ese dinero debe ser bien invertido. Nunca he sido amigo de los chanchullos y aquellas veces que caía en la trampa (como cuando le pagué cinco mil pesos al infeliz del MOPT que me hizo la prueba de manejo) me sentí como un trasero. Creo que la gente no debe pedir limosnas ni esperar que el Estado le resulva la vida, sino ser parte de la solución, no del problema. Creo que todos podemos salir adelante si le ponemos bonito, sin necesidad de "patas" o favores y creo que el que mediocre, el vagabundo y el montado deberían ir a dar de patitas a la calle... y sé que Ottón Solís cree lo mismo.

Al PAC, al menos, deberíamos darle el beneficio de la duda, la oportunidad de demostrar si a como ladra, muerde. Creo que esta debería ser la última campaña presidencial deSolís y creo que se merece mi voto para ser el presidente que él dice que sería.

Les pido, por favor, que mediten su voto, aún quedan dos días. Olvídense de las tendencias familiares o de votar por el que creen que va a ganar solo para no perder, pues eso es de pendejos. Saquen el rato, hablen con otra gente, intercambien puntos de vista, no tiren su voto a la basura como lo hice yo la primera vez que entré a una junta de sufragio, hace más de 10 años.

No se crean el cuento de que un voto no hace diferencia porque sí la hace y ya en el 2006 vimos cómo todo se resolvió por diferencias ínfimas, minúsculas, del tipo en la que cada voto cuenta, y mucho.

Gracias si tuvieron la paciencia de llegar hasta aquí, pues esto lo escribí no tanto con la esperanza de cambiar su manera de pensar sino porque necesitaba decirlo, tenía que decirlo, y es por escrito que las cosas quedan y valen.

Por eso, dentro de unos años, cuando Emmita me pregunte por qué y por quién voté en el 2010 y si tuve responsabilidad en el tipo de país con el que a ella le va a tocar lidiar, espero poder remitirla a estas palabras y que ella saque sus propias conclusiones... yo ya saqué las mías.

6 comentarios:

  1. Somos muchos, muchisimos en esa misma situacion, Victor. Particularmente, me siento plenamente identificado con tu post. Y lo importante es que todo el mundo medite realmente su voto, no importa a quien decidan darselo al final, pero que no vean esto como un partido de futbol.

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  2. ay, Víctor, nunca nos vemos, nunca hablamos, y constantemente nos encontramos en situaciones similares.

    yo voy en esas con el PAC, dándoles la Presidencia. el resto lo reservaré para el FA.

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  3. Eso mi Vico, me parece muy valioso el comentario, es lo que yo diría, sólo que en mi caso pensando en dos hijas en lugar de una. Definitivamente coincido en que Ottón no es simpático, pero esto es una elección presidencial no la coronación de miss simpatía. Básicamente mi voto es PAC por la propuesta, es una lástima que mucha gente vote por tradición, como lamentablemente ocurre en toda mi familia con excepción mía y de una tía, eso es lo que daña al país, votar por cabezonadas, por tradición. Calidá caballo.

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  4. Hola Victor, hasta ahora leo esto, de acuerdo con todo. Yo personalmente no me puedo sentir más identficado con los ideales del PAC, ahora que conozco los resultados de las votaciones siento mucho dolor de ver que dimos varios pasos atrás, tanto es asé que son ya las 2 de la mañana y no puedo dormir.
    Mae ¿cual será la forma de pelear contra este grupito de desgraciados que manejan este país a su antojo? financistas de las campañas de Miguel Angel, Abel, Arias y Laura, accionistas de La Nación, Azucareros, Mega empresarios, dueños de complejos hoteleros, etc. Son tan pocos y tienen tanto poder!
    he visto demasiada pestilencia desde mi muy limitado punto de visión, y hay aún tanto de lo que uno no se da cuenta que me enferma. Hay mucho que inclusive no puedo hablar aquí.

    Ayer estaba hablando con un amigo que ha trabajado en el sistema de redes del TSE 3 veces ya, y me contó que en las elecciones del 2006 le tocó trabajar desde san carlos y en esa mesa que le tocó cubrir desapareció la mitad de los sacos y nadie dijo nada, y nadie hizo nada.

    Yo temo mucho que la lucha no sea tanto contra la ignorancia del pueblo, sino contra algo más grande y más oscuro.

    Ahora que Ottón dijo que no continuaría, el PAC podría perder fuerza, y con esta maldita amnesia que padecemos los ticos que hizo que hasta gloria bejarano tenga una curul y fernando sánchez sea parte del próximo gobierno, yo tengo que luchar para no perder la esperanza.
    No es que yo sea de la secta de san Ottón, pero si creo que era una opción para comenzar a cambiar esto desde adentro.

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  5. Gracias gente por los comentarios.
    Ñeco, las cosas no se nos dieron pero creo que los resultados son inapelables, dejan sin lugar a duda cuál es la voluntad de la mayoría. Y eso hay que respetarlo.
    Yo me siento, al menos hoy, como un chicle, desinflado, apachurrado, temeroso de lo que viene y el futuro no se me plantea como algo brillante... al menos por hoy, con lo de ayer aún fresco.
    Creo que el propio PAC tuvo mucho que ver en su debacle y que cada quien cargue con su saco, Ottón incluido.
    Hoy ando bajoneado... tal vez más tarde escribo algo más positivo pero ahorita no me nace.

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  6. Lo malo es que, nuevamente, esto no era la mejenga del domingo. Mañana quizás se nos pase el bajón y retornemos a nuestro diario quehacer, pero eso será simplemente porque así funciona la mente humana, nuestros mecanismos de defensa, no porque todo este bien ya. Si bien la victoria fue indiscutible y el sistema democrático exige respetar la determinación de la mayoría, esta decisión nos seguirá afectando por, al menos, 4 años. Y bueno, no es cuestión de seguir lamentando algo que no podemos cambiar, sino de continuar la lucha en otros frentes. Obviamente preferiría resultar equivocado y que todos esos temores no se materialicen, pero hay que seguir atentos a lo que haga este gobierno y denunciar cualquier irregularidad. Los nuevos medios han venido a democratizar la información y podemos evitar tanta impunidad, o al menos crear consciencia y procurar un cambio a futuro.

    Con respecto al PAC, la salida de Ottón puede ser positiva, pues la verdad es que los anticuerpos que ha creado después del referendum también influyeron en el gane del PLN. No fue tanto la ideología del PAC la que fracaso, sino el hecho de que mucha gente tiene una mala imagen del líder, por lo que creo que un cambio en ese sentido podría revertir todo eso.

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